Este tema ha surgido al comentar en una charla anterior una de las participantes que le sorprendía haberse enterado que no ir a Misa los domingos es pecado mortal. Tras su comentario, algunas otras también dijisteis que era la primera vez que lo oíais y algunas incluso que no estabais de acuerdo, que no os parece que sea tan gordo como para ser pecado mortal. Por eso, retomando esa conversación, vamos a intentar entender la grandeza de la Misa para que queramos ir, no porque sea pecado mortal no ir, sino porque nos apetezca acompañar al Señor en su cautiverio y en su muerte así como acercarnos a la postura de la Iglesia cuando lo cataloga de "pecado mortal"
También me gustaría decir que aunque estas charlas están precisamente para intentar entender mejor la postura de la Iglesia en temas que no comprendemos bien (por eso este es uno de ellos), a veces es bueno aceptar las cosas, aun sin entenderlas, simplemente porque nos lo dice la Iglesia, y fiarnos de su criterio, más sabia y más vieja que nosotros. ¿Por qué digo esto? Porque si no, se corre el peligro de acabar haciendo uno la religión a la medida de su criterio y no al de Dios. La Iglesia está precisamente para no dejar al hombre solo frente a Dios. La Iglesia acompaña al hombre, lo guía, lo adoctrina.
Echando un vistazo a la sociedad actual, nos encontramos con que tiene dificultad para entender como pecados mortales pecados que son relativamente habituales, "porque no me parecen que sean tan gordos como matar a alguien" suelen ser una de las frases más recurridas.
Las relaciones prematrimoniales, el uso de anticonceptivos, recurrir a técnicas legales (pero inmorales) en los negocios, divorciarnos o iniciar una relación con una persona casada, o no ir a Misa los domingos, son pecados mortales que la sociedad del siglo XXI no considera como tales simplemente porque "no le parecen tan gordos", no ve "la maldad en ellos" como sí la ve, lógicamente en un atentado, en un atraco, y, como no lo ve, pues los hace. O mejor, como los hace, pues no lo ve.
En la Edad Media, cuando el señor feudal gozaba en su castillo de la presencia de un cura que celebraba Misa a diario, muchas veces iban a la batalla y hacían confesiones generales rápidas antes de ir hacia la guerra, porque tenían claro el precepto dominical y la necesidad de confesar antes de morir. Mientras se juzgaba y mataba a los labriegos por delitos, o se acababa con la vida de otras personas porque se consideraba simplemente que no debían seguir existiendo. En aquella época también era pecado mortal matar, pero probablemente no se veía, o no se entendía en algunos casos y los señores de la guerra seguían matando considerando que era imposible no hacerlo.
¿Qué quiero decir con esto? Simplemente que la ley natural de lo que está bien y está mal, los Diez Mandamientos, los dejó Dios y son para siempre. No cambian con las modas o las mentalidades y nosotros, los católicos, tenemos además la suerte de que la Iglesia nos coja de la mano a lo largo de nuestra andadura y nos vaya diciendo cómo hacer para no caer en ellos. Pero para eso tenemos que creer en lo que ella nos dice.
Por otro lado, la Iglesia no se dedica a ir diciendo que es pecado todo lo bueno y nos condena si no hacemos cosas aburridísimas como ir a Misa. La Iglesia es una Madre y al igual que en una casa las medicinas están en alto, para que no las cojan los pequeños, y si algo no se debe beber o comer se puede etiquetar de "veneno", "no potable", etc y esas "etiquetas" no se ponen para fastidiar, sino para evitar males, para proteger, para prevenir. La Iglesia etiqueta de "pecados" las cosas que son malas para el hombre, que son tóxicas. Es bueno que nos creamos esto y que tratemos de mirarlo con los ojos de esta madre amorosa que es la Iglesia.
En esta misma línea, Dios crea al hombre (vuelvo a la charla primera de todas, a la creación, a la que me remito una y otra vez) Dios pone a Adán y a Eva en el Paraíso y se relacionaba con ellos. Estaban hechos a imagen y semejanza de Dios. La Biblia aclara que era habitual que Dios apareciese por allí a estar con ellos. Dios es el creador del hombre. Y al igual que Steve Jobbs conocía el funcionamiento exacto de sus máquinas, Dios sabe cómo es ese hombre que ha creado a su imagen y semejanza y ese hombre es un hombre con necesidad de Dios, con alma sedienta del amor infinito de Dios. Dios que sabe esto, le recuerda al hombre que para ser feliz, que para seguir siendo hombre, ha de seguir relacionándose con Dios (de distinta manera a como lo hacía en el Paraíso, lógicamente, ya que ahora estamos en el destierro) para seguir manteniendo su lado religioso vivo.
Y fijaos si es importante esta faceta "religiosa" del hombre que son los tres primeros mandamientos de la ley de Dios los que la abarcan. Los tres primeros mandamientos de la ley de Dios no son para saciar las necesidades narcisistas de un Dios solitario que necesita la vanagloria. Los tres primeros mandamientos de la ley de Dios son para saciar al hombre de su sed de infinito, de su sed de inmortalidad, de su sed de Dios.
Santificarás las fiestas, es el Mandamiento que lleva al hombre al menos un día a la semana (el festivo cada siete) a Dios. El que saca al hombre de su rutina mundanal, de sus trabajos, sus agobios, sus pesadumbres, sus tristezas y lo lleva a Dios y allí Dios le llene de su Gracia y de su Amor.
Por eso la Iglesia dice que es pecado mortal no ir a Misa los domingos, porque si fallas un domingo, si una vez por semana no te acercas a Dios, pierdes una parte importantísima de tí como persona.
Luego profundizaré más sobre esta idea cuando tratemos qué es exactamente la Santa Misa.
¿QUÉ ES LA SANTA MISA?
La Santa Misa, a pesar de lo que muchas se dice, no es una fiesta muy alegre. La Santa Misa, y en eso me ciño al Catecismo de la Iglesia, es la renovación incruenta del Sacrificio de la Cruz. ¿Qué quiere decir esto? Como se nos ha explicado algunas veces a la hora de hablar de la Pasión, en el momento de la Crucifixión, cuando Cristo elevó sus ojos al Cielo y pidió a Dios Padre: "Padre, perdónales porque no saben lo que hacen" no solo estaba pidiendo perdón por los romanos y judíos delante de Él que lo estaban crucificando, estaba pidiendo perdón a Dios por todos los pecados de todos los hombres, estaba cumpliendo la Alianza entre Dios y el Hombre trayendo la salvación al Hombre y rescatándolo de las garras del pecado original.
En el momento de la Consagración, a parte de producirse el Mayor Milagro posible (pues el Pan se convierte en el mismo Cuerpo de Cristo y el vino se convierte en la misma Sangre de Cristo), se repite esa actitud de Cristo de pedir perdón por nosotros a su Padre. Se renueva el Sacrificio de la Cruz sin sangre (es lo que quiere decir incruento), asistimos, como si nos trasportásemos, al pie de la Cruz.
¿No os ha pasado alguna vez, sobre todo de niñas, leyendo la Pasión o escuchándola, que os decíais: "Si yo fuera de esa época estaría allí con la Virgen, no sería cobarde como los apóstoles ni le crucificaría como los romanos". Pues la Santa Misa es esa oportunidad de acompañar a Cristo en su Crucifixión que además, es por nosotros.
¿Qué pensaríamos del amigo al que le decimos "esta tarde a las siete baja al pueblo que me voy a dejar apedrear por tí" y el amigo no va a vernos porque está en el sofá viendo la tv, porque tiene un plan con otros amigos...
Me encanta haber escuchado de un sacerdote decir que Cristo es muy humano. Tanto que funciona como nosotros. E igual que si a tí te invita una amiga a su boda, cuando luego te has casado tú le has invitado a ella, o te invita a su cumpleaños si luego lo celebras tú la invitas. Cristo es igual. Si tú vas a su muerte (a Misa), Él estará en la tuya. Lo que es garantía total de nuestra llegada al Cielo.
Me enternece muchísimo pensar en ese Dios tan loco y tan enamorado del hombre que lo crea para que se relacione con Él. Del mundo visible, de todos los animales, el hombre es el único que se relaciona con Él. y Él ama tanto al hombre que incluso cuando el hombre se carga todo lo que le ha dado, cuando se autodestierra, Él sigue detrás. Es Cristo quien antes de quedarse para Siempre con nosotros en la Eucaristía dijo "ardientemente he deseado tomar esta cena con vosotros". Ardientemente desea que tú, que yo, entremos a verle en la Eucaristía. Ardientemente nos espera cada domingo y sonríe cuando nos ve entrar por el umbral de la puerta de la Iglesia.
Se ha quedado hecho pan por tí. Por nadie más.
Está solo. Muchas horas. Preso en el sagrario. ¿No iríais a ver a un amigo en el hospital? ¿Qué menos que ir a ver al Dios que te ha dado la vida, te ha rescatado del pecado, ha muerto por ti y se ha quedado para estar contigo en el Sagrario?
martes, 15 de diciembre de 2015
miércoles, 25 de noviembre de 2015
El Año Santo de la Misericordia
El Papa Francisco ha nombrado el año litúrgico entrante como Año Santo de la Misericordia, es un año jubilar y un año especial de gracias para la Iglesia, y con Iglesia no nos referimos solo a los curas y Obispos, sino a todos, es decir que es un año especial de Misericordia para todos los bautizados.
En este enlace podéis ver la Carta del Papa con la que se concede la indulgencia
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/letters/2015/documents/papa-francesco_20150901_lettera-indulgenza-giubileo-misericordia.html
El año santo de la Misericordia comenzará el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción. Ese día se abrirá la puerta Santa de la Basílica de San Pedro del Vaticano como símbolo de apertura a todos los fieles. Para ello se ha debido quitar la selladura con que está cerrada desde el año jubilar de 2000. El Año Santo de la Misericordia terminará el 20 de noviembre de 2016, festividad de Cristo Rey (la celebramos el domingo pasado) que es con la festividad con la que termina el año litúrgico la Iglesia. Asimismo, y según decida cada Obispo en su diócesis. se abrirán también puertas santas en todas las diócesis del mundo.
¿Por qué empieza el 8 de diciembre? Primero porque es una fiesta de la Virgen y empezar cualquier cosa de la mano de la Virgen, madre de la Iglesia y de todos nosotros, es una garantía de éxito y segundo porque es el Aniversario del Concilio Vaticano II y el año Santo de la Misericordia está íntimamente ligado al ideario de este Concilio.
Recordamos que el Concilio Vaticano II, aunque no cambió en nada la doctrina de la Iglesia ni la esencia de la Iglesia (ya que "cielo y tierra pasarán mas mis palabras no pasarán), sí que supuso un giro en el enfoque. Reafirmó el derecho y el deber de todos los fieles a la santidad (cuando la mentalidad imperante exigía apartarse del mundo para poder vivir las virtudes necesarias para la santidad: pobreza extrema, voto de castidad = celibato, etc) Sin embargo, el Concilio Vaticano II recuerda que la santidad (llegar al Cielo y gozar de Dios) está al alcance de todos, en medio del mundo, casados o solteros, gozando ordenadamente de los placeres de la vida y poniendo a Dios como centro de toda nuestra vida, de nuestras alegrías y tristezas, de nuestros trabajos y descansos y diversiones....
Y este concilio, en boca de los Papas que lo vivieron (San Juan XXIII, Beato Pablo VI y San Juan Pablo II) tiene un ideario de rescatar la cara bondadosa de Dios, la cara misericordiosa de Dios. Sin desvirtuar o perder la verdad, viviendo la caridad con las personas e invitándolas al Amor Misericordioso de Dios.
La Misericordia es un atributo de Dios y como todo lo bueno que Dios tiene, lo tiene en grado supremo.
Dios es infinitamente misericordioso. Y eso no quiere decir que sea "tontorrón", que de bueno se pase a tonto. Nos tiene caladísimos y nos quiere infinito y nos quiere felices y ese amor es el que le hace derrochar Misericordia.
Los pasajes en los que JesuCristo hace alarde en el Evangelio de esta Misericordia son numerosísimos: cuando resucita al hijo de Naím, cuando se apiada de la multitud que le sigue y les da de comer los panes y los peces, la parábola del hijo pródigo....infinitas que no nos permitirían terminar de escribir nunca.
Y Dios quiere que nosotros practiquemos también la Misericordia "¿Cuántas veces tendré que perdonar señor? ¿Hasta siete veces?" "No, hasta setenta veces siete". O sea, Siempre.
La Misericordia de Dios no es consecuencia de su "debilidad" sino precisamente de su Omnipotencia Perdona porque puede y porque quiere. Y porque nos ama.
Para vivir el año de la Misericordia bien lo correcto es profundizar sobre esta verdad que ya conocíamos, pero sobre todo, acercarnos y acercar a los demás al Sacramento de la Confesión que es donde la Misericordia de Dios se pone de manifiesto de manera infinita a través de los tiempos una y otra vez. Ha dado potestad (el propio Dios hecho Hombre) a los apóstoles, de perdonar los pecados en Su Nombre. Aunque nos confesemos delante de una persona, en realidad es Dios quien escucha y quien da el perdón, no el hombre-sacerdote.
Pero para que nos de la absolución, es necesario decir los pecados de forma concreta (como bien comentábamos en la tertulia de después no es lo mismo un pecado que otro ni tiene la misma gravedad un pecado que otro) y se aconsejan las cuatro "Cs" de la buena confesión (que no es Ciudadanos): clara, concisa, concreta, completa.
Belén nos ha recordado lo que dice la Iglesia sobre la Confesión: que es obligatorio un mínimo de una año al año y,si se está en pecado, para poder comulgar. Y que es necesario:
1.- Examen de conciencia
2.- Dolor de los pecados
3.- Propósito de la enmienda
4.- Decir los pecados al confesor
5.- Cumplir la penitencia.
Y aunque la Iglesia recomienda que al menos una vez al año, seríamos tontos si no fuéramos más veces, ya que cada vez que nos confesamos (aunque no tengamos pecado mortal y solo confesemos o pecados leves o simples faltas) salimos con el regalo de la gracia a borbotones y la ayuda para no caer en lo que nos estamos confesando (o en no caer más de la cuenta)
Asimismo, hemos recordado que para celebrar del todo la Misericordia, el pecado del aborto que conlleva la pena de la excomunión y para el que para obtener el perdón no basta con la confesión, sino que hay que confesarse con sacerdotes concretos o hablándolo con el Obispo, al igual que ya hizo Benedicto XVI en la JMJ, se perdonará otra vez en la confesión normal durante todo este año.
El 20 de noviembre se volverá a cerrar la puerta Santa y las demás puertas de Jubileo que se hayan ido abriendo en cada diócesis según haya dispuesto el Obispo de cada lugar como puertas Santas de este año de la Misericordia.
Aprovéchemonos de este año, de todas las gracias que nos van a caer y acerquemos a todos a este magnífico Dios que lo único que está deseando es estar a gusto con nosotros de buen rollito y sin follones.
Os paso un enlace de Youtube donde el Papa en dibujos explica el Año de la Misericordia:
https://www.youtube.com/watch?v=VC44DMj6_nc
En este otro enlace hay un montón de videos, noticias, artículos sobre el año santo de la misericordia que nos conviene ir conociendo: palabras del Papa, cómo han quitado el sello a la Puerta Santa de San Pedro, el logo y el lema de este año....
https://www.aciprensa.com/noticias/etiquetas/ano-santo-de-la-misericordia/
En este enlace podéis ver la Carta del Papa con la que se concede la indulgencia
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/letters/2015/documents/papa-francesco_20150901_lettera-indulgenza-giubileo-misericordia.html
El año santo de la Misericordia comenzará el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción. Ese día se abrirá la puerta Santa de la Basílica de San Pedro del Vaticano como símbolo de apertura a todos los fieles. Para ello se ha debido quitar la selladura con que está cerrada desde el año jubilar de 2000. El Año Santo de la Misericordia terminará el 20 de noviembre de 2016, festividad de Cristo Rey (la celebramos el domingo pasado) que es con la festividad con la que termina el año litúrgico la Iglesia. Asimismo, y según decida cada Obispo en su diócesis. se abrirán también puertas santas en todas las diócesis del mundo.
¿Por qué empieza el 8 de diciembre? Primero porque es una fiesta de la Virgen y empezar cualquier cosa de la mano de la Virgen, madre de la Iglesia y de todos nosotros, es una garantía de éxito y segundo porque es el Aniversario del Concilio Vaticano II y el año Santo de la Misericordia está íntimamente ligado al ideario de este Concilio.
Recordamos que el Concilio Vaticano II, aunque no cambió en nada la doctrina de la Iglesia ni la esencia de la Iglesia (ya que "cielo y tierra pasarán mas mis palabras no pasarán), sí que supuso un giro en el enfoque. Reafirmó el derecho y el deber de todos los fieles a la santidad (cuando la mentalidad imperante exigía apartarse del mundo para poder vivir las virtudes necesarias para la santidad: pobreza extrema, voto de castidad = celibato, etc) Sin embargo, el Concilio Vaticano II recuerda que la santidad (llegar al Cielo y gozar de Dios) está al alcance de todos, en medio del mundo, casados o solteros, gozando ordenadamente de los placeres de la vida y poniendo a Dios como centro de toda nuestra vida, de nuestras alegrías y tristezas, de nuestros trabajos y descansos y diversiones....
Y este concilio, en boca de los Papas que lo vivieron (San Juan XXIII, Beato Pablo VI y San Juan Pablo II) tiene un ideario de rescatar la cara bondadosa de Dios, la cara misericordiosa de Dios. Sin desvirtuar o perder la verdad, viviendo la caridad con las personas e invitándolas al Amor Misericordioso de Dios.
La Misericordia es un atributo de Dios y como todo lo bueno que Dios tiene, lo tiene en grado supremo.
Dios es infinitamente misericordioso. Y eso no quiere decir que sea "tontorrón", que de bueno se pase a tonto. Nos tiene caladísimos y nos quiere infinito y nos quiere felices y ese amor es el que le hace derrochar Misericordia.
Los pasajes en los que JesuCristo hace alarde en el Evangelio de esta Misericordia son numerosísimos: cuando resucita al hijo de Naím, cuando se apiada de la multitud que le sigue y les da de comer los panes y los peces, la parábola del hijo pródigo....infinitas que no nos permitirían terminar de escribir nunca.
Y Dios quiere que nosotros practiquemos también la Misericordia "¿Cuántas veces tendré que perdonar señor? ¿Hasta siete veces?" "No, hasta setenta veces siete". O sea, Siempre.
La Misericordia de Dios no es consecuencia de su "debilidad" sino precisamente de su Omnipotencia Perdona porque puede y porque quiere. Y porque nos ama.
Para vivir el año de la Misericordia bien lo correcto es profundizar sobre esta verdad que ya conocíamos, pero sobre todo, acercarnos y acercar a los demás al Sacramento de la Confesión que es donde la Misericordia de Dios se pone de manifiesto de manera infinita a través de los tiempos una y otra vez. Ha dado potestad (el propio Dios hecho Hombre) a los apóstoles, de perdonar los pecados en Su Nombre. Aunque nos confesemos delante de una persona, en realidad es Dios quien escucha y quien da el perdón, no el hombre-sacerdote.
Pero para que nos de la absolución, es necesario decir los pecados de forma concreta (como bien comentábamos en la tertulia de después no es lo mismo un pecado que otro ni tiene la misma gravedad un pecado que otro) y se aconsejan las cuatro "Cs" de la buena confesión (que no es Ciudadanos): clara, concisa, concreta, completa.
Belén nos ha recordado lo que dice la Iglesia sobre la Confesión: que es obligatorio un mínimo de una año al año y,si se está en pecado, para poder comulgar. Y que es necesario:
1.- Examen de conciencia
2.- Dolor de los pecados
3.- Propósito de la enmienda
4.- Decir los pecados al confesor
5.- Cumplir la penitencia.
Y aunque la Iglesia recomienda que al menos una vez al año, seríamos tontos si no fuéramos más veces, ya que cada vez que nos confesamos (aunque no tengamos pecado mortal y solo confesemos o pecados leves o simples faltas) salimos con el regalo de la gracia a borbotones y la ayuda para no caer en lo que nos estamos confesando (o en no caer más de la cuenta)
Asimismo, hemos recordado que para celebrar del todo la Misericordia, el pecado del aborto que conlleva la pena de la excomunión y para el que para obtener el perdón no basta con la confesión, sino que hay que confesarse con sacerdotes concretos o hablándolo con el Obispo, al igual que ya hizo Benedicto XVI en la JMJ, se perdonará otra vez en la confesión normal durante todo este año.
El 20 de noviembre se volverá a cerrar la puerta Santa y las demás puertas de Jubileo que se hayan ido abriendo en cada diócesis según haya dispuesto el Obispo de cada lugar como puertas Santas de este año de la Misericordia.
Aprovéchemonos de este año, de todas las gracias que nos van a caer y acerquemos a todos a este magnífico Dios que lo único que está deseando es estar a gusto con nosotros de buen rollito y sin follones.
Os paso un enlace de Youtube donde el Papa en dibujos explica el Año de la Misericordia:
https://www.youtube.com/watch?v=VC44DMj6_nc
En este otro enlace hay un montón de videos, noticias, artículos sobre el año santo de la misericordia que nos conviene ir conociendo: palabras del Papa, cómo han quitado el sello a la Puerta Santa de San Pedro, el logo y el lema de este año....
https://www.aciprensa.com/noticias/etiquetas/ano-santo-de-la-misericordia/
martes, 28 de abril de 2015
La mujer en la sociedad
Para poder hablar de la mujer en la sociedad hay que tener claro qué es la mujer y cómo está la sociedad que nos ha tocado, que es muy diferente de la de nuestros padres y que es una sociedad en constante cambio.
IGUALDAD EN LA DESIGUALDAD
En cuanto a la mujer, lo primero que me gustaría dejar constancia aquí, a pesar de todo lo que se va diciendo hoy en día, lo que vemos publicado en los medios de comunicación, la propaganda que nos llega del Gobierno y la insistencia con la que se repite y se exige la igualdad, es que la mujer y el hombre son diferentes. Y como prueba basta con ponerlos desnudos delante de un espejo para darse cuenta de que es así.
El hecho de que la mujer sea, porque su cuerpo es así, (el hombre no puede hacerlo), quien concibe, quien pare y quien da de mamar, la predispone y la ha predispuesto a lo largo de los siglos hacia una serie de sensibilidades y cualidades que no tiene el hombre ni tendrá jamás a no ser que se le eduque en ese sentido y que aún así, cuando las tenga, no serán ni saldrán de una manera tan natural como salen de la mujer. En la convivencia diaria entre hombres y mujeres se acaban pidiendo cosas (muchas veces, en su mayor parte, las mujeres a los hombres) que no son propias de ellos y sufrimos porque no vemos que salga de ellos dárnoslas
IGUALDAD EN LA DESIGUALDAD
En cuanto a la mujer, lo primero que me gustaría dejar constancia aquí, a pesar de todo lo que se va diciendo hoy en día, lo que vemos publicado en los medios de comunicación, la propaganda que nos llega del Gobierno y la insistencia con la que se repite y se exige la igualdad, es que la mujer y el hombre son diferentes. Y como prueba basta con ponerlos desnudos delante de un espejo para darse cuenta de que es así.
Con esto no queremos decir que no se deba exigir un tratamiento igual. Igualdad ante la ley, los mismos derechos y las mismas oportunidades. Eso por supuesto. Se deben exigir y se debe promover que existan y luchar porque se regulen y se cumplan. La igualdad legal, la igualdad de trato, la igual dignidad es propia del ser humano per se, independientemente de su sexo.
Pero una cosa es tratar de iguales, como los dos géneros que conforman la especie humana y otra es pretender que el hombre y la mujer piensen, actúen y vivan exactamente igual. El hombre no puede dejar de ser hombre y la mujer no puede dejar de ser mujer. Tratar de conseguir lo contrario, es ir contra natura y como resultado se está produciendo mucha infelicidad porque la gente no termina por aceptar quién es y qué le hace feliz.
El hombre y la mujer somos distintos, nos mueven preocupaciones distintas, nos mueven objetivos distintos. Los estudios en las universidades hablan de que como tradicionalmente el hombre cazaba o luchaba e iba a la guerra y la mujer paría y se encargaba de la casa y la familia y plantaba, eso afecta a nuestra visión (la del hombre más global, la de la mujer más concreta; a nuestro modo de entender la realidad que vivimos...) hay miles de chistes más en internet sobre el asunto de la diferencia entre hombres y mujeres que son lo que dificulta nuestra convivencia muchas veces, pero también, precisamente lo que hace que nos complementemos.
https://www.youtube.com/watch?v=fqsaYZXGnhI
Otra explicación que justifica la diferente mentalidad es precisamente la diferenciación física.
En materia de reproducción, por ejemplo, la mujer produce un óvulo al mes. Tarda en desarrollarlo, en que salga del ovario, en emprender su viaje, anida en nuestro útero, está a la espera de. espermatozoide y para ello se prepara y prepara su alrededor. Es algo cuidado que de hecho provoca en las mujeres un cambio hormonal mensual enorme y con ello las bromas sobre el Síndrome premenstrual,etc. Sin embargo el hombre suelta en una eyaculación miles de espermatozoides, puede hacerlo varias veces en un día por no hablar en un mes. Cada espermatozoide suyo va dentro de un lote. No es algo tan cuidado, tan especial como cada óvulo de la mujer. ¿De verdad pensais que eso no afecta en la mentalidad de cada uno?
DESIGUALDAD SEXUAL
De hecho afecta incluso a la sexualidad y a la actividad sexual. Con la liberación de la mujer se está fomentando y, de hecho. se está consiguiendo, convencer a la mujer de que es igual sexualmente que el hombre. Qué de infelicidad se ve hoy en día entre mujeres y hombres por este planteamiento.
La mujer y el hombre son también sexualmente completamente diferentes.
Al hombre, probablemente por su herencia tradicional de cazador y luchador, le gusta y disfruta con la conquista. EL hombre es sexualmente hablando, mucho más sensible que la mujer. El hombre, porque una mujer se cruce de piernas, insinúe algo o enseñe, se excita de inmediato. Y le pasa además casi con cualquier mujer. Puede controlar esa excitación, sí, Pero le pasa. La mujer, por muchos hombres desnudos que vea, no se excita, aunque se le está educando para que sí. Se le está educando para que le guste ver hombres desnudos. Pero realmente la mujer, de forma natural, no se excita por ver un hombre desnudo y para que le entre el apetito sexual con los ojos tiene que ser por un hombre especialmente atractivo o al que quiera mucho.
El hecho de que Uno de los dos de la especie (como sucede en el resto de las especies animales) sea más activo que el otro (el hombre) permite la perdurabilidad de la especie (si no hubiera ningun activo sexual, jamás se reproducirían) y el hecho de que haya otro menos activo sexual permite la selección natural.
DIFERENTE CUALIDADES
Porque el hombre y la mujer son diferentes, pero pertenecen a la misma especie, son COMPLEMENTARIOS. Y admitir y aceptar y conocer esta complementariedad es lo que dará felicidad y paz a esa convivencia. La mujer aporta en la sociedad, en la vida en familia, en la vida laboral puntos de vista, aspectos, feminidad en definitiva que el hombre no, y al revés el hombre con su masculinidad.
LA COMPLEMENTARIEDAD EN LA VIDA EN COMÚN
Esta complementariedad es fundamental para la vida en común. Cada uno de ellos ofrece al otro, a la vida en común, a la sociedad, algo que el otro es incapaz por sí solo de aportar.
¿Se puede enseñar a un hombre a cocinar, a limpiar, a hacer los deberes con sus hijos, a responsabilizarse de un bebé? Pues claro que se puede. Pero, volvemos al video de Buenafuente, no se puede esperar que salga de él. Hay que enseñarle.
La mujer, por ser madre, tiene una tendencia más compasiva, más empática, más generosa que el hombre. El hombre, por ser el defensor de la familia, es más competitivo, es el proveedor de la familia y disfruta con ello.
LA SOCIEDAD DE HOY
Habeis nacido en una sociedad en que gracias a Dios tanto hombres como mujeres pueden estudiar y trabajar de lo que quieran, los salarios están equiparados y la mujer está perfectamente integrada en la vida laboral, pero en la que todavía no se aceptan esas diferencias ni se les saca provecho. Todavía a la mujer le pasa factura la maternidad en la vida laboral y la primera que no lo acepta ni entiende ese sacrificio es la propia mujer y, por supuesto, la ley y en este ámbito todavía queda mucho por pelear.
La maternidad es algo tan intrínseco a la mujer que condiciona sus entrevistas de trabajo, sus años de empleo y su vida laboral durante muchos años, mientras que al hombre no le pasa.
¿De verdad pensais que de engendrar, llevar en las entrañas durante nueves meses, dar a luz y amamantar a un bebé va a resultar lo mismo que de haber plantado una semilla entre un millón no se sabe muy bien cuándo?
LA MATERNIDAD COMO PRIVILEGIO
Me dijeron una vez una cosa que me llamó muchísimo la atención y que no me creí en su momento porque no lo ví así, pero es algo de lo que ahora estoy plenamente convencida.
La mujer es realmente feliz, se siente perfecta y totalmente realizada sólo cuando es madre, con la maternidad.
Enseguida, o al menos a mí, nos viene a la cabeza, las personas célibes que no son madres ¿es que no son felices encima que lo dejan todo por Cristo? Pues sí, porque hay dos tipos de maternidad: la carnal y la espiritual (y la carnal también conlleva una maternidad espiritual)
La madre Teresa de Calcuta es madre precisamente porque vivió la maternidad aunque no tuvo ningún hijo propiamente dicho.
Los hombres, mentores de alguien, al educar a otro, al enseñar lo que han aprendido en la vida, en la profesión, es cuando se sienten realizados, cuando sienten que dejan algo en esta vida con proyeción de futuro, algo duradero y las mujeres también.
Decía Julia Roberts cuando fue madre en una entrevista:
Educar a la mujer en que la maternidad es una atadura, que no te permite vivir la vida, que no te permite alcanzar tus metas profesionales, solo lleva a verdadera tristeza, porque va en contra de la propia mujer. Por eso hablan, a veces con ironía, del famoso "reloj biológico" que toda mujer lleva dentro y que hace saltar las alarmas cuando la mujer se acerca a los 40, porque hay algo interior a la mujer que le recuerda que se está quedando sin su posibilidad de ser madre, en el fondo, de realizarse de verdad como persona.
Uno de los mensajes principales de esta charla de hoy es el que yo considero el mejor mensaje que os puedo dar para la vida: si no sois madres, no vais a ser felices o, al menos, no vais a serlo plenamente, Hay que ser madre para darse cuenta de que es verdad. Lo que sembréis en vuestros trabajos, los logros que consigáis, se van a quedar reducidos a una pensión y un "adiós y muchas gracias" por parte de la empresa. Pero vuestros hijos, los que tengáis, son para toda la vida.
EL TRABAJO DE AMA DE CASA
Como consecuencia de esta sociedad que esta re situando a una mujer en igualdad con el hombre, ha salido muy perjudicado en su imagen el trabajo del hogar. El ama de casa es para mujeres gordas en batitas de guatiné y rulos que no saben hacer la "o" con un canuto, no para profesionales con buenas carreras y estudios superiores. No se valora. No se paga. No tiene prestigio.
Perdonad que hable de mí. Pero yo dejé de trabajar con el nacimiento de mi segundo hijo.
La decisión me costó. Y una de las cosas que más pesaba (fijaros qué chorrada) era mi imagen de cara a los demás. Pasaba de ejercer una profesión muy enriquecedora humanamente hablando, que siempre daba para temas en las salidas con los amigos porque estabas siempre al corriente y en primera línea de la actualidad más inmediata, a tener que poner una risita tonta cuando te decian : "Ah que no trabajas?"
No me arrepiento en absoluto.
https://www.youtube.com/watch?v=rYEp93BgtEc
En la vida da tiempo a todo. He criado cinco hijos, ya están todos en edad escolar y ahora me siento por fin libre. En mi época en casa, no me he dedicado solo a las tareas del hogar Se pueden hacer muchas cosas desde casa y muy valiosas. Es cierto que no se remuneran económicamente hablando y que hoy en día se mide mucho por lo que aportas económicamente. El año pasado, una novela que escribí mientras era ama de casa, quedó finalista y me la publicaron. Me pregunto mucho si habría podido escribir si siguiera con mi vida profesional activa y lo más seguro es que no, no lo sé, porque nunca se sabe, pero probablemente no,
Además, tengo la suerte de que en el Opus Dei me han enseñado a dignificar ese trabajo del hogar. El mismo que hacía la Virgen. La Virgen. La reina de los cielos, la madre de Dios, no era una reina en la tierra ni un mujer con un carrerón. la Madre de Dios era un ama de casa. Como yo.
Y en el Opus Dei también me han enseñado que cuando hago la cama a un hijo mío, le puedo encomendar mientras lo hago y eso no lo hace la limpiadora de turno. Cuando cuido a un hijo enfermo por la noche, puedo hablar con Dios que también está despierto y ofrecerle esa falta de descanso por ese hijo mío. Y la vida de ama de casa acaba siendo enriquecedora y una fuente de crecimiento personal y espiritual bestial.
Por no hablar de la paz que da a tu marido irse a trabajar sabiendo que tú te encargas de todo.
Pero lo cierto es que también se puede compaginar la vida laboral y la profesional. La conciliación es difícil y sobre todo a las mujeres nos está generando muchísima desazón. Se nos pide ser superwoman y hacer equilibrio con todas las pelotas.
Es dificil, pero no imposible y se puede acudir a ayudas externas como los abuelos, los grandes apoyos para la familias de hoy. Se debe, y ahí sí que a los maridos les debe salir por sí solos, la colaboración en las tareas del hogar de los dos y en las responsabilidades, y se debe aceptar esas diferencias como se aceptan las diferencias de carácter de cada uno y se conviven y se aprenden de cada uno.
Me gustaría resumir, por si no ha quedado claro después de tanto hablar:
-que el hombre y la mujer somos muy diferentes en nuestra igualdad y que esas diferencias son así precisamente porque somos complementarios
-que la mujer no es feliz si no es madre y el hombre no lo es si no es padre. No renunciemos a lo más maravilloso que tiene la humanidad que es el don de procrear y la responsabilidad de educar y enseñar
-que el trabajo de ama de casa es un servicio a la sociedad a través del servicio a la propia familia y que bien llevado es muy enriquecedor
-que está en nuestra mano el tipo de sociedad que queremos tener en función del tipo de familia que creemos
Que es una gozada ser mujer, que vivimos en una sociedad donde no nos obligan a ir con burka, donde tenemos derecho al voto, tenemos nuestras cartillas y nuestras cuentas corrientes y podemos comparar propiedades y venderlas. Que quedan cosas que luchar y objetivos que lograr, pero no hay porqué hacerlos contra el hombre, sino con su ayuda y en mutua cooperación. Que ser mujer es una maravilla y una experiencia diaria, y que ser madre es lo más grande que he hecho yo en mi vida y que va inseparable de ser una mujer completa.
martes, 21 de abril de 2015
EL REGALO DE LA IGLESIA
Como siempre hacemos, recordamos la primera clase de todas y con ella el inicio del hombre y la creación. Así, Dios ha creado al hombre para ser feliz y de hecho lo crea en un Paraíso. Como le da libertad, lo que pasa no lo sabemos exactamente, pero sí sabemos que el hombre elige en contra de lo bueno para él, de lo que ha hecho Dios para él, en contra del mundo que Dios conociéndole porque lo ha creado y amándole, le ha dado para ser feliz y en el mundo entra el pecado y entra el dolor, la miseria, la muerte...
Y entonces Dios nos promete a Jesucristo y con Él, nos promete la gracia redentora, nos da los recursos para llevar este AUTODESTIERRO al que nos hemos condenado. Nos dice, "no os preocupeis, os habeis cargado el Paraíso que yo os he dado, pero me doy cuenta de que os arrepentis de lo que habeis hecho, así que os voy a dar, a todo el que lo quiera, los medios para volver a gozar en un paraíso, y esta vez el paraíso ya va a ser sin posibilidad de perderlo y mucho mejor que el primero".
Y Dios, con Jesucristo, nos da la Iglesia y nos la da como barca de salvación en mitad de un hundimiento.
Seguro que habeis oído muchas veces que fuera de la Iglesia no hay salvación. "Extra ecclesiam nulla salus". Este es un dogma de fe. Sin la Iglesia, sin esa barca en el mar, no podemos salvarnos del hundimiento. Sólo Cristo nos abre las puertas del Cielo y sólo Cristo y su Gracia nos pueden llevar a la Salvación y sólo Cristo y la Iglesia que Él fundó nos pueden llevar al Padre. La Iglesia como barca, la barca de Pedro.
Muchas veces hemos oído esto y, al menos a mí, me ha sonado fatal, desesperante para la cantidad de gente que no cree o no conoce la Iglesia o la niega por prejuicios tontos y sin verdadera mala intención. ¿Cuántos de nuestros conocidos bautizados han rechazado una boda por la Iglesia y los hemos comprendido perfectamente? ¿Cuántas personas hoy en día esperan a impartir el bautismo a sus hijos para que sean ellos quienes elijan y no "imponerles" nada y los hemos comprendido desde la libertad?
Qué exageración que sin la Iglesia uno no se salve. Pues es dogma de fe y lo que es más, es verdad.
Y la explicación es de lo más lógico:
1.- Es el hombre el que la fastidia y destroza el Paraíso que se le había dado
2.- Dios le promete al hombre que le dará a Cristo para salvarle, y como Padre no solo nos da a Cristo para que nos salve sino que con Él nos da gracias, nos da ayudas, nos da amor, nos da consuelo, nos acompaña en nuestro caminar, nos da a Su Madre.
3.- Jesucristo muere y resucita para romper todos esos desastres que creó el pecado original. Al morir y resucitar Jesucristo resucita al hombre, a la humanidad entera con Él. Es sólo Jesucristo quien salva a la humanidad. Su acción de morir y resucitar es para toda la humanidad porque todos somos sus Hijos. Sin Él, sin unirse a Él, sin Su Cruz, no nos salvamos. No basta con el acto de salvarnos que hace Él, el hombre tiene que aceptarlo. San Agustín decía: "Dios que te creó sin tí, no te salvará sin Tí"
Es necesario, para que el hombre elija en libertad, un acto del hombre de elegir libremente esa salvación, de unirse a ese acto de Salvación, es decir, un acto de voluntad de engancharse a la barca de Pedro para que le saquen a uno del agua.
4.- ¿Por qué de la mano de la Iglesia? ¿Por qué de la barca de Pedro? ¿Por qué es necesario ese acto de unirse a la Iglesia de Cristo?
Esta es la explicación más bonita y que a mí más me emociona porque me parece que es una pasada. Recordando lo que hablábamos el otro día de la Comunión de los Santos, porqué nuestra salvación está en la Iglesia y es indispensable la Iglesia para salvarnos radica en que la Iglesia, teológicamente hablando, es el Cuerpo de Cristo, es la esposa de Cristo, es un mismo Cristo porque inexplicablemente el enamoramiento de Dios hacia el hombre es tal que nos eleva a su naturaleza y nos hace hijos suyos. ¡Qué Dios más loco tenemos! Y según decíamos el otro día, cuando hablábamos de la Iglesia triunfante (los que ya están en el cielo), la Iglesia purgante (los del purgatorio) y la Iglesia militante (los del mundo que vemos), todos nosotros somos esa esposa de Cristo, somos ese Cuerpo místico suyo, somos Él. Aquí viene lo fuerte chicas, ni Jesucristo nos salvó Él solo (no solo su Madre, que es la corredentora por antonomasia, sino todos nosotros corredimimos con Él) ni estamos en la Iglesia nosotros sólos igual que Adán y Eva no fueron desterrados solos, nos desterraron a todos sus sucesores con ellos. Estamos unidos, pegaditos con loctite. De ahí lo de "Amaos los unos a los otros como yo os he amado" porque el pegamento que nos une es el amor y el Amor es Dios y es todo una pasada que las personas que hablan del karma y el buen rollo y el aura y la bondad y la espiritualidad entreven y captan y se acercan a lo que Dios ha querido para el hombre que es como un banquete de buen rollo general en el que todos, todos nos amamos y o todos ponemos de nuestra parte para salvarnos o todos nos hundimos
Seguimos, y ¿para qué la Iglesia? Porque la Iglesia es esa barca que navega en el naufragio y que nos mantiene a todos unidos en Cristo y la que nos salva.
Esta Iglesia está llena de regalos y el primero de ellos es la gracia santificante.
A través de los sacramentos, de la Eucaristía, de la confesión, la Iglesia nos ayuda a mantenernos en el camino. A través de la Palabra, de la doctrina que conserva con celo, la Iglesia procura que no perdamos de vista lo que es importante en la vida y lo que es necesario para nuestra salvación.
La Iglesia es ese algo visible que nos ayuda a relacionarnos con Dios, es ese algo visible que nos acerca el rostro de Dios y nos dice cómo es Él, por eso la responsabilidad de la Iglesia es muy grande, porque las veces que no se ha comportado de modo que muestre el rostro de Dios, es un pecado muy gordo y cuando los que formamos parte de la Iglesia no somos la cara amable de Dios, pecamos muy gravemente y a más responsabilidad se tiene en la Iglesia más gorda es nuestra responsabilidad de acercar a la gente a Dios y al rostro amoroso de Dios.
La responsabilidad de la Iglesia es tal que es comparable a los que ocupan la barca en el naufragio. Si ves a alguien en el agua y le tiendes la mano y no quiere subir es su problema pero es responsabilidad seria e inevitable de los que están a bordo alargarles la mano, el flotador y todo lo que haga falta cuantas veces haga falta a pesar de que el otro no los quiera. En el que el otro no los quiera, está la libertad del otro de morir ahogado o seguir nadando hasta cansarse, pero es responsabilidad de los que estamos en la barca echarles un cable una y otra vez, una y otra vez, incluso tirarnos a por ellos. Y la de aceptar que nos mire mal desde el agua o que nos odie porque estamos secos y él mojado y no comprenda que le queremos ayudar y se piense que lo que queremos es ahogarle, como pasa muchas veces con los salvamentos.
Tenemos que ver a la Iglesia como una madre, como esa mano salvadora, como esa barca donde nos van a echar la manta para secarnos y donde nos van a dar de comer y beber porque es lo que es. Que la cara de los hombres que lo formamos a veces nos haga ver gente imbécil, malvada, aprovechona, rígida, cabezota, que no cumple con lo que dice ser, no nos puede hacer que veamos a la Iglesia como otra cosa que lo que Cristo ha querido que sea para nosotros. Y Cristo ha querido que la Iglesia sea para nosotros Él mismo. Que la Iglesia sea nuestra Salvación y nuestra Salvación es Él.
Acudamos a la Iglesia a pedirla todo lo que necesitamos para nuestra salvación: los sacramentos, el perdón, la eucaristía, la formación, el coaching, la dirección espiritual y por qué no, ofrezcamos nuestros recursos a la Iglesia para ayudar, porque no podemos olvidar que estamos en medio de un naufragio, de un destierro y hay muchísima gente ahogándose. Ayudemos a la Iglesia a tirar flotadores, ayudemos a la Iglesia a echar cables a ofrecer manos. Seamos Iglesia, seamos Cristo, seamos hermanos de los otros hijos de Dios.
La pregunta del millón:
¿Qué pasa con los que no suben en la barca no porque no quieran, no porque digan libre y voluntariamente que no, sino porque nunca han estado cerca de la barca, la barca nunca ha llegado a ellos o ellos han encontrado maderas a las que agarrarse y ahí se han quedado de buena voluntad? (otras religiones, desconocimiento total, etc)
Lo primero que hay que saber es que Dios es infinita misericordia y que en su infinita sabiduría puede juzgar a todos y cada uno de los hombres y leer en su corazón y en su sabiduría eterna puede saber si hubieran tenido la posibilidad de ver la barca si hubieran querido subirse o ahogarse. Y Dios, no lo olvidemos, nos da todos los medios que necesitamos para salvarnos, pero también respeta nuestra libertad de no querer subir a la barca.
A pesar de que fuera de la Iglesia no hay salvación, Juan Pablo II, Papa con potestad para decirlo, declaró Santos a todos los fallecidos asesinados en el campo de concentración de Auschwitz. Adujo que habían sido mártires de su religión judía y que estaban en el Cielo. Así pues, se confirma que se pueden salvar, pero porque ese martirio les subió a la barca de Pedro de golpe y porrazo.
Como ya sabeis la manera más eficaz y rápida de subirse a la barca de Pedro es por el Bautismo. Por el Sacramento del Bautismo que impone la Iglesia Católica uno entra ya en la barca de Pedro y esperemos que no sea tan tonto de bajarse (uno se baja con la excomunión). Pues bien, segun la Iglesia Católica hay tres tipos distintos de bautismo:
1.- bautismo católico
Es el que se imparte por la Iglesia Católica mediante la imposición de aguas. Conviene subir a nuestros hijos a la barca de la Iglesia cuanto antes, porque sin ella no hay salvación. No hay que dejarles que elijan igual que ningun padre le preguntaría a un hijo en un naufragio si quiere subir a la barca, le subiría del culo y marchando.
2.-Bautismo de deseo
A los que mueren deseando recibir el bautismo, preparándose para recibirlo y habiéndose arrepentido de sus pecados, cuenta como si ya lo hubiesen recibido. Y aquí se incluye a las buenas almas que no conocen a la Iglesia pero están agarradas a otros "maderos" con rectitud de intención.Así como los abortitos involuntarios que tenemos a los que les hubiéramos bautizado nada más nacer.
3.- Bautismo de sangre
Todos los que mueren en martirio por la religión
El Bautismo da cuatro cosas a quien lo recibe:
1.-borra el pecado original así como los pecados que se hayan cometido
2.- concede la vida de gracia y el Espíritu Santo con sus dones
3.- Da la vida de fe
4.-Imprime carácter (no se puede quitar) y te convierte automáticamente en cristiano. Estás en la barca y no te puedes bajar.
Asimismo concede cuatro títulos:
1. Hijo de Dios
2. Hermano de Jesucrito
3.Templo del Espiritu Santo
4. Heredero del cielo
A ver quién es el tonto que insiste en que cuando el niño crezca que decida él.
Y entonces Dios nos promete a Jesucristo y con Él, nos promete la gracia redentora, nos da los recursos para llevar este AUTODESTIERRO al que nos hemos condenado. Nos dice, "no os preocupeis, os habeis cargado el Paraíso que yo os he dado, pero me doy cuenta de que os arrepentis de lo que habeis hecho, así que os voy a dar, a todo el que lo quiera, los medios para volver a gozar en un paraíso, y esta vez el paraíso ya va a ser sin posibilidad de perderlo y mucho mejor que el primero".
Y Dios, con Jesucristo, nos da la Iglesia y nos la da como barca de salvación en mitad de un hundimiento.
Seguro que habeis oído muchas veces que fuera de la Iglesia no hay salvación. "Extra ecclesiam nulla salus". Este es un dogma de fe. Sin la Iglesia, sin esa barca en el mar, no podemos salvarnos del hundimiento. Sólo Cristo nos abre las puertas del Cielo y sólo Cristo y su Gracia nos pueden llevar a la Salvación y sólo Cristo y la Iglesia que Él fundó nos pueden llevar al Padre. La Iglesia como barca, la barca de Pedro.
Muchas veces hemos oído esto y, al menos a mí, me ha sonado fatal, desesperante para la cantidad de gente que no cree o no conoce la Iglesia o la niega por prejuicios tontos y sin verdadera mala intención. ¿Cuántos de nuestros conocidos bautizados han rechazado una boda por la Iglesia y los hemos comprendido perfectamente? ¿Cuántas personas hoy en día esperan a impartir el bautismo a sus hijos para que sean ellos quienes elijan y no "imponerles" nada y los hemos comprendido desde la libertad?
Qué exageración que sin la Iglesia uno no se salve. Pues es dogma de fe y lo que es más, es verdad.
Y la explicación es de lo más lógico:
1.- Es el hombre el que la fastidia y destroza el Paraíso que se le había dado
2.- Dios le promete al hombre que le dará a Cristo para salvarle, y como Padre no solo nos da a Cristo para que nos salve sino que con Él nos da gracias, nos da ayudas, nos da amor, nos da consuelo, nos acompaña en nuestro caminar, nos da a Su Madre.
3.- Jesucristo muere y resucita para romper todos esos desastres que creó el pecado original. Al morir y resucitar Jesucristo resucita al hombre, a la humanidad entera con Él. Es sólo Jesucristo quien salva a la humanidad. Su acción de morir y resucitar es para toda la humanidad porque todos somos sus Hijos. Sin Él, sin unirse a Él, sin Su Cruz, no nos salvamos. No basta con el acto de salvarnos que hace Él, el hombre tiene que aceptarlo. San Agustín decía: "Dios que te creó sin tí, no te salvará sin Tí"
Es necesario, para que el hombre elija en libertad, un acto del hombre de elegir libremente esa salvación, de unirse a ese acto de Salvación, es decir, un acto de voluntad de engancharse a la barca de Pedro para que le saquen a uno del agua.
4.- ¿Por qué de la mano de la Iglesia? ¿Por qué de la barca de Pedro? ¿Por qué es necesario ese acto de unirse a la Iglesia de Cristo?
Esta es la explicación más bonita y que a mí más me emociona porque me parece que es una pasada. Recordando lo que hablábamos el otro día de la Comunión de los Santos, porqué nuestra salvación está en la Iglesia y es indispensable la Iglesia para salvarnos radica en que la Iglesia, teológicamente hablando, es el Cuerpo de Cristo, es la esposa de Cristo, es un mismo Cristo porque inexplicablemente el enamoramiento de Dios hacia el hombre es tal que nos eleva a su naturaleza y nos hace hijos suyos. ¡Qué Dios más loco tenemos! Y según decíamos el otro día, cuando hablábamos de la Iglesia triunfante (los que ya están en el cielo), la Iglesia purgante (los del purgatorio) y la Iglesia militante (los del mundo que vemos), todos nosotros somos esa esposa de Cristo, somos ese Cuerpo místico suyo, somos Él. Aquí viene lo fuerte chicas, ni Jesucristo nos salvó Él solo (no solo su Madre, que es la corredentora por antonomasia, sino todos nosotros corredimimos con Él) ni estamos en la Iglesia nosotros sólos igual que Adán y Eva no fueron desterrados solos, nos desterraron a todos sus sucesores con ellos. Estamos unidos, pegaditos con loctite. De ahí lo de "Amaos los unos a los otros como yo os he amado" porque el pegamento que nos une es el amor y el Amor es Dios y es todo una pasada que las personas que hablan del karma y el buen rollo y el aura y la bondad y la espiritualidad entreven y captan y se acercan a lo que Dios ha querido para el hombre que es como un banquete de buen rollo general en el que todos, todos nos amamos y o todos ponemos de nuestra parte para salvarnos o todos nos hundimos
Seguimos, y ¿para qué la Iglesia? Porque la Iglesia es esa barca que navega en el naufragio y que nos mantiene a todos unidos en Cristo y la que nos salva.
Esta Iglesia está llena de regalos y el primero de ellos es la gracia santificante.
A través de los sacramentos, de la Eucaristía, de la confesión, la Iglesia nos ayuda a mantenernos en el camino. A través de la Palabra, de la doctrina que conserva con celo, la Iglesia procura que no perdamos de vista lo que es importante en la vida y lo que es necesario para nuestra salvación.
La Iglesia es ese algo visible que nos ayuda a relacionarnos con Dios, es ese algo visible que nos acerca el rostro de Dios y nos dice cómo es Él, por eso la responsabilidad de la Iglesia es muy grande, porque las veces que no se ha comportado de modo que muestre el rostro de Dios, es un pecado muy gordo y cuando los que formamos parte de la Iglesia no somos la cara amable de Dios, pecamos muy gravemente y a más responsabilidad se tiene en la Iglesia más gorda es nuestra responsabilidad de acercar a la gente a Dios y al rostro amoroso de Dios.
La responsabilidad de la Iglesia es tal que es comparable a los que ocupan la barca en el naufragio. Si ves a alguien en el agua y le tiendes la mano y no quiere subir es su problema pero es responsabilidad seria e inevitable de los que están a bordo alargarles la mano, el flotador y todo lo que haga falta cuantas veces haga falta a pesar de que el otro no los quiera. En el que el otro no los quiera, está la libertad del otro de morir ahogado o seguir nadando hasta cansarse, pero es responsabilidad de los que estamos en la barca echarles un cable una y otra vez, una y otra vez, incluso tirarnos a por ellos. Y la de aceptar que nos mire mal desde el agua o que nos odie porque estamos secos y él mojado y no comprenda que le queremos ayudar y se piense que lo que queremos es ahogarle, como pasa muchas veces con los salvamentos.
Tenemos que ver a la Iglesia como una madre, como esa mano salvadora, como esa barca donde nos van a echar la manta para secarnos y donde nos van a dar de comer y beber porque es lo que es. Que la cara de los hombres que lo formamos a veces nos haga ver gente imbécil, malvada, aprovechona, rígida, cabezota, que no cumple con lo que dice ser, no nos puede hacer que veamos a la Iglesia como otra cosa que lo que Cristo ha querido que sea para nosotros. Y Cristo ha querido que la Iglesia sea para nosotros Él mismo. Que la Iglesia sea nuestra Salvación y nuestra Salvación es Él.
Acudamos a la Iglesia a pedirla todo lo que necesitamos para nuestra salvación: los sacramentos, el perdón, la eucaristía, la formación, el coaching, la dirección espiritual y por qué no, ofrezcamos nuestros recursos a la Iglesia para ayudar, porque no podemos olvidar que estamos en medio de un naufragio, de un destierro y hay muchísima gente ahogándose. Ayudemos a la Iglesia a tirar flotadores, ayudemos a la Iglesia a echar cables a ofrecer manos. Seamos Iglesia, seamos Cristo, seamos hermanos de los otros hijos de Dios.
La pregunta del millón:
¿Qué pasa con los que no suben en la barca no porque no quieran, no porque digan libre y voluntariamente que no, sino porque nunca han estado cerca de la barca, la barca nunca ha llegado a ellos o ellos han encontrado maderas a las que agarrarse y ahí se han quedado de buena voluntad? (otras religiones, desconocimiento total, etc)
Lo primero que hay que saber es que Dios es infinita misericordia y que en su infinita sabiduría puede juzgar a todos y cada uno de los hombres y leer en su corazón y en su sabiduría eterna puede saber si hubieran tenido la posibilidad de ver la barca si hubieran querido subirse o ahogarse. Y Dios, no lo olvidemos, nos da todos los medios que necesitamos para salvarnos, pero también respeta nuestra libertad de no querer subir a la barca.
A pesar de que fuera de la Iglesia no hay salvación, Juan Pablo II, Papa con potestad para decirlo, declaró Santos a todos los fallecidos asesinados en el campo de concentración de Auschwitz. Adujo que habían sido mártires de su religión judía y que estaban en el Cielo. Así pues, se confirma que se pueden salvar, pero porque ese martirio les subió a la barca de Pedro de golpe y porrazo.
Como ya sabeis la manera más eficaz y rápida de subirse a la barca de Pedro es por el Bautismo. Por el Sacramento del Bautismo que impone la Iglesia Católica uno entra ya en la barca de Pedro y esperemos que no sea tan tonto de bajarse (uno se baja con la excomunión). Pues bien, segun la Iglesia Católica hay tres tipos distintos de bautismo:
1.- bautismo católico
Es el que se imparte por la Iglesia Católica mediante la imposición de aguas. Conviene subir a nuestros hijos a la barca de la Iglesia cuanto antes, porque sin ella no hay salvación. No hay que dejarles que elijan igual que ningun padre le preguntaría a un hijo en un naufragio si quiere subir a la barca, le subiría del culo y marchando.
2.-Bautismo de deseo
A los que mueren deseando recibir el bautismo, preparándose para recibirlo y habiéndose arrepentido de sus pecados, cuenta como si ya lo hubiesen recibido. Y aquí se incluye a las buenas almas que no conocen a la Iglesia pero están agarradas a otros "maderos" con rectitud de intención.Así como los abortitos involuntarios que tenemos a los que les hubiéramos bautizado nada más nacer.
3.- Bautismo de sangre
Todos los que mueren en martirio por la religión
El Bautismo da cuatro cosas a quien lo recibe:
1.-borra el pecado original así como los pecados que se hayan cometido
2.- concede la vida de gracia y el Espíritu Santo con sus dones
3.- Da la vida de fe
4.-Imprime carácter (no se puede quitar) y te convierte automáticamente en cristiano. Estás en la barca y no te puedes bajar.
Asimismo concede cuatro títulos:
1. Hijo de Dios
2. Hermano de Jesucrito
3.Templo del Espiritu Santo
4. Heredero del cielo
A ver quién es el tonto que insiste en que cuando el niño crezca que decida él.
lunes, 23 de marzo de 2015
La comunión de los santos
Lo primero que hay que saber es que es dogma de fe. La comunión de los santos, como los otros dogmas que tenemos, se citan en el Credo. Así que éste lo es.
Pero ¿qué es exactamente?
La comunión de los santos hace referencia a la unión (común unión) que tenemos todos los miembros de la Iglesia como parte del Cuerpo de Cristo.
La Iglesia está formada, por tres tipos de miembros:
·la Iglesia triunfante (los que ya están en el Cielo)
·la Iglesia purgante (los que han fallecido, están en el purgatorio)
·la Iglesia peregrinante (los que todavía no hemos muerto)
Todos nosotros formamos parte del Cuerpo de Cristo. Por eso, decir que la Iglesia está muy mal es una estupidez, porque la Iglesia somos todos, no solo los peregrinantes (que éstos sí que estamos siempre fatal y siempre se ven más noticias de las malas sobre éstos que de todos los sacrificios que se hacen) y la triunfante es mucha y la purgante también y éstos ya son santos.
La comunión de los santos, esa unión de todo el Cuerpo de Cristo, se manifiesta es un misterio muy grande y precioso que a la hora de explicarlo se ejemplifica con unos vasos comunicantes. Los tres vasos comunicantes son los tres tipos de miembros de la Iglesia y si uno está muy lleno (de gracias, de santidad) se vuelca en los otros y terminan todos al mismo nivel y si uno está muy lleno de mierdecilla, la mierdecilla se va también para los otros dos vasos.
La comunión de los santos es un regalazo porque nos permite coger toda la ayuda que podamos para salvarnos. Todo lo bueno que hacen los demás, sus rezos, sus mortificaciones, sus ofrecimientos, repercute en nosotros y todo lo bueno que hagamos nosotros repercute en todos los demás.
Otro ejemplo con que suele escenificarse esa unión del Cuerpo de Cristo es decir que, efectivamente, todos formamos un solo cuerpo y si al dueño de ese cuerpo le duele la cabeza, le afecta a todo él y si le duele un dedo, podrá seguir haciendo cosas, pero es muy consciente de ese dolor de dedo. Y si ese dedo está en el pie pues a lo mejor no puede ni andar.
Como consecuencia de esta unión de todos los miembros de la Iglesia, nos nace la responsabilidad.
Es verdad que Dios no nos pide mucho para salvarnos (si lo miramos objetivamente y con la ayuda que hay de los Sacramentos, el hombre tiene que estar muy empecinado a condenarse si no es capaz de antes de morir de pedir perdón, por ejemplo. Además, Dios siempre nos va a buscar, porque es el mayor interesado en que nos salvemos) pero sabiendo lo que sabemos de la comunión de los santos, no nos basta con salvarnos.....nos entran ganas enormes de llenar esos vasos comunicantes de cosas buenas, no de mierdecilla!!
El fundador del Opus Dei, San Josemaría, una tarde en que le ofrecieron en tres ocasiones bombones y tras declinar las tres veces, se vio en la obligación de explicar: "Si me tomo este bombón, no pasa nada -(efectivamente, no es pecado y es lícitisimo tomarse un bombón, es un regalazo de Dios el chocolate)-, pero si no me lo tomo -dijo:- pasan muchas cosas buenas"
Con la frialdad de la mujer moderna, se puede pensar que qué candidez pensar que tomarse o no un bombón va a influir en algo, pero si se tiene fe en esta comunión de los santos, nada, NADA, de lo que hagamos en todo el día escapa. Todo repercute. Lo malo que hagamos y lo bueno que hagamos repercutirá en esos vasos comunicantes y repercutirá en los demás.
Pero además, como consecuencia de esa comunión de los santos hay más, porque si a esos vasos comunicantes le sumamos que para Dios no hay tiempo, tú hoy, en 2015 puedes rezar por, por ejemplo, Einstein, o Cervantes, o Cary Grant o tus bisnietos, o las mujeres y maridos de tus hijos.... Por la comunión de los santos tú puedes ir volcando todo lo que haces en tu día a día, todo lo que rezas, todo lo que sale mal y lo ofreces, e ir haciendo que suba el líquido de gracias y de santificación en los tres vasos y además, ponerles nombres y ofrecerlo por personas e intenciones concretas.
Yo, por ejemplo, pero esto es particular mío, rezo mucho por gente de este siglo que me llama la atención y que me gustaría conocer. Rezo por algunos escritores aunque ya hayan muerto, por actores y actrices de cine.... y me encanta imaginarme todos en el cielo y que ellos me deban el haberse convertido o el llegar al cielo, la soberbia ante todo, pero es que si no, ¿para qué se iban a acercar a hablarme a mí como no sea que me "deban" algo?
¿Que tienes una amiga super generosa a la que le "debes" materialmente mogollón de favores, de herencias que te pasa? Imagínate cuando en el juicio final donde, según palabras de Cristo, "todo se sabrá, no quedará ningun secreto" se dé cuenta de que tus misas ofrecidas por ella, tus rezos por ella, lo que ofreces por ella.....vale mucho más que todo lo material que ella te ha dado y ha permitido que ella entre en el cielo por la puerta grande, ella y su marido, y sus hijos.... ¿Qué? ¿A que mola en el orgullo? Pues no es una intención muy recta, pero por eso os decía que a mi lo de la comunión de los santos me flipa, porque soy muy poco recta ;)
Con la comunión de los santos, todo, TODO, lo que hagamos en la vida repercute en los demás. De ahí que el humilde será ensalzado, porque todo esto de los vasos comunicantes AHORA no se ve, pero ya se encargará Dios de premiárnoslo y sobre todo, en el juicio final, absolutamente TODO esto se verá.
Igual que tiene la parte negativa, y si hacemos mal, repercute en los demás porque echamos mierdecilla y la mierdecilla sube.
Otra consecuencia maravillosa de la comunión de los santos son los amores. Los humanos, de por sí, amamos y sentimos atracción por ciertas personas con las que congeniamos o nos llevamos bien. Pero igual que a una hermana la quieres aunque sea una cabrona y te haya hecho mogollón de putadas y siempre la querrás porque es tu hermana, a los miembros de la Iglesia los quieres porque son Cuerpo de Cristo como tú, porque son un poco tú, porque al repercutir en ellos con o que haces, al sacrificarte por ellos, los acabas amando. No hay mejor modo de amar a alguien que te cae mal o con quien no congenias que rezando por él. Y entre los miembros de la Iglesia se crea una complicidad "sobrenatural" que disculpa y comprende cuando hacen las cosas mal, pero también te anima a sacudirles para que muevan el culo.
Otra de las cosas de la comunión de los santos es saber, por la fe, que si todos llegamos arriba, muchas de las cosas de las que te tienes que privar aquí en la tierra por necesidades de tiempo (no encuentras el momento de ver a esta persona que quieres, teneis horarios incompatibles) de espacio (no vivis en la misma ciudad) o de estado (ella es monja de clausura, o él ya está casado con otra) en el Cielo todas esas barreras desaparecerán y podreis estar unidos ahora por la comunión de los santos tirando la una de la otra pa arriba y cuando ya esteis arriba, que es PARA SIEMPRE Y ETERNAMENTE, pasároslo pipa.
De hecho, tengo muchas ganas de ir al cielo y conocer allí a Kevin Costner, porque aquí no tiene mucha pinta de que vaya a pasar y si pasara, nos pilla a los dos ya casados. Pero en el cielo, mío será!! ja ja!
En resumen, que la comunión de los santos es un chollazo que tenemos los católicos (o sea, la humanidad entera) de estar unidísimos y que nos mueve a hacer y rezar y ofrecer por los demás, porque aunque aquí no sea vea, en el Cielo se verá y lo disfrutaremos!!
Pero ¿qué es exactamente?
La comunión de los santos hace referencia a la unión (común unión) que tenemos todos los miembros de la Iglesia como parte del Cuerpo de Cristo.
La Iglesia está formada, por tres tipos de miembros:
·la Iglesia triunfante (los que ya están en el Cielo)
·la Iglesia purgante (los que han fallecido, están en el purgatorio)
·la Iglesia peregrinante (los que todavía no hemos muerto)
Todos nosotros formamos parte del Cuerpo de Cristo. Por eso, decir que la Iglesia está muy mal es una estupidez, porque la Iglesia somos todos, no solo los peregrinantes (que éstos sí que estamos siempre fatal y siempre se ven más noticias de las malas sobre éstos que de todos los sacrificios que se hacen) y la triunfante es mucha y la purgante también y éstos ya son santos.
La comunión de los santos, esa unión de todo el Cuerpo de Cristo, se manifiesta es un misterio muy grande y precioso que a la hora de explicarlo se ejemplifica con unos vasos comunicantes. Los tres vasos comunicantes son los tres tipos de miembros de la Iglesia y si uno está muy lleno (de gracias, de santidad) se vuelca en los otros y terminan todos al mismo nivel y si uno está muy lleno de mierdecilla, la mierdecilla se va también para los otros dos vasos.
La comunión de los santos es un regalazo porque nos permite coger toda la ayuda que podamos para salvarnos. Todo lo bueno que hacen los demás, sus rezos, sus mortificaciones, sus ofrecimientos, repercute en nosotros y todo lo bueno que hagamos nosotros repercute en todos los demás.
Otro ejemplo con que suele escenificarse esa unión del Cuerpo de Cristo es decir que, efectivamente, todos formamos un solo cuerpo y si al dueño de ese cuerpo le duele la cabeza, le afecta a todo él y si le duele un dedo, podrá seguir haciendo cosas, pero es muy consciente de ese dolor de dedo. Y si ese dedo está en el pie pues a lo mejor no puede ni andar.
Como consecuencia de esta unión de todos los miembros de la Iglesia, nos nace la responsabilidad.
Es verdad que Dios no nos pide mucho para salvarnos (si lo miramos objetivamente y con la ayuda que hay de los Sacramentos, el hombre tiene que estar muy empecinado a condenarse si no es capaz de antes de morir de pedir perdón, por ejemplo. Además, Dios siempre nos va a buscar, porque es el mayor interesado en que nos salvemos) pero sabiendo lo que sabemos de la comunión de los santos, no nos basta con salvarnos.....nos entran ganas enormes de llenar esos vasos comunicantes de cosas buenas, no de mierdecilla!!
El fundador del Opus Dei, San Josemaría, una tarde en que le ofrecieron en tres ocasiones bombones y tras declinar las tres veces, se vio en la obligación de explicar: "Si me tomo este bombón, no pasa nada -(efectivamente, no es pecado y es lícitisimo tomarse un bombón, es un regalazo de Dios el chocolate)-, pero si no me lo tomo -dijo:- pasan muchas cosas buenas"
Con la frialdad de la mujer moderna, se puede pensar que qué candidez pensar que tomarse o no un bombón va a influir en algo, pero si se tiene fe en esta comunión de los santos, nada, NADA, de lo que hagamos en todo el día escapa. Todo repercute. Lo malo que hagamos y lo bueno que hagamos repercutirá en esos vasos comunicantes y repercutirá en los demás.
Pero además, como consecuencia de esa comunión de los santos hay más, porque si a esos vasos comunicantes le sumamos que para Dios no hay tiempo, tú hoy, en 2015 puedes rezar por, por ejemplo, Einstein, o Cervantes, o Cary Grant o tus bisnietos, o las mujeres y maridos de tus hijos.... Por la comunión de los santos tú puedes ir volcando todo lo que haces en tu día a día, todo lo que rezas, todo lo que sale mal y lo ofreces, e ir haciendo que suba el líquido de gracias y de santificación en los tres vasos y además, ponerles nombres y ofrecerlo por personas e intenciones concretas.
Yo, por ejemplo, pero esto es particular mío, rezo mucho por gente de este siglo que me llama la atención y que me gustaría conocer. Rezo por algunos escritores aunque ya hayan muerto, por actores y actrices de cine.... y me encanta imaginarme todos en el cielo y que ellos me deban el haberse convertido o el llegar al cielo, la soberbia ante todo, pero es que si no, ¿para qué se iban a acercar a hablarme a mí como no sea que me "deban" algo?
¿Que tienes una amiga super generosa a la que le "debes" materialmente mogollón de favores, de herencias que te pasa? Imagínate cuando en el juicio final donde, según palabras de Cristo, "todo se sabrá, no quedará ningun secreto" se dé cuenta de que tus misas ofrecidas por ella, tus rezos por ella, lo que ofreces por ella.....vale mucho más que todo lo material que ella te ha dado y ha permitido que ella entre en el cielo por la puerta grande, ella y su marido, y sus hijos.... ¿Qué? ¿A que mola en el orgullo? Pues no es una intención muy recta, pero por eso os decía que a mi lo de la comunión de los santos me flipa, porque soy muy poco recta ;)
Con la comunión de los santos, todo, TODO, lo que hagamos en la vida repercute en los demás. De ahí que el humilde será ensalzado, porque todo esto de los vasos comunicantes AHORA no se ve, pero ya se encargará Dios de premiárnoslo y sobre todo, en el juicio final, absolutamente TODO esto se verá.
Igual que tiene la parte negativa, y si hacemos mal, repercute en los demás porque echamos mierdecilla y la mierdecilla sube.
Otra consecuencia maravillosa de la comunión de los santos son los amores. Los humanos, de por sí, amamos y sentimos atracción por ciertas personas con las que congeniamos o nos llevamos bien. Pero igual que a una hermana la quieres aunque sea una cabrona y te haya hecho mogollón de putadas y siempre la querrás porque es tu hermana, a los miembros de la Iglesia los quieres porque son Cuerpo de Cristo como tú, porque son un poco tú, porque al repercutir en ellos con o que haces, al sacrificarte por ellos, los acabas amando. No hay mejor modo de amar a alguien que te cae mal o con quien no congenias que rezando por él. Y entre los miembros de la Iglesia se crea una complicidad "sobrenatural" que disculpa y comprende cuando hacen las cosas mal, pero también te anima a sacudirles para que muevan el culo.
Otra de las cosas de la comunión de los santos es saber, por la fe, que si todos llegamos arriba, muchas de las cosas de las que te tienes que privar aquí en la tierra por necesidades de tiempo (no encuentras el momento de ver a esta persona que quieres, teneis horarios incompatibles) de espacio (no vivis en la misma ciudad) o de estado (ella es monja de clausura, o él ya está casado con otra) en el Cielo todas esas barreras desaparecerán y podreis estar unidos ahora por la comunión de los santos tirando la una de la otra pa arriba y cuando ya esteis arriba, que es PARA SIEMPRE Y ETERNAMENTE, pasároslo pipa.
De hecho, tengo muchas ganas de ir al cielo y conocer allí a Kevin Costner, porque aquí no tiene mucha pinta de que vaya a pasar y si pasara, nos pilla a los dos ya casados. Pero en el cielo, mío será!! ja ja!
En resumen, que la comunión de los santos es un chollazo que tenemos los católicos (o sea, la humanidad entera) de estar unidísimos y que nos mueve a hacer y rezar y ofrecer por los demás, porque aunque aquí no sea vea, en el Cielo se verá y lo disfrutaremos!!
martes, 24 de febrero de 2015
La Cuaresma
Lo primero y más importante es entender el porqué del dolor.
¿Por qué Cristo para salvarnos necesitó recurrir a una muerte horrorosa, una
muerte en Cruz, molido a latigazos, a insultos, a salivazos, obligado a cargar
con la cruz? ¿Por qué no podría salvarnos, como todavía esperan los judíos,
mediante una batalla entre los que nos consideramos hijos suyos y los que
apoyan al mal?
El sentido del dolor, la Crucifixión de Cristo es un
Misterio. Cuando muramos, lo entenderemos y entenderemos porqué el dolor nos
purifica y nos acerca a Dios, porqué la Cruz nos acerca a Dios.
Pero mientras tanto, un buen modo de entenderlo es
contemplar cómo la entrada del pecado (volvemos a la charla primera de todas)
cuando Adán y Eva comieron de la manzana, además de destrozar el reino que les
había dado Dios, el paraíso, y de destrozar la naturaleza del hombre, entran
maldades: los siete pecados capitales, las enfermedades, el dolor, la pobreza,
el hambre, la sed....todo horrible. En un paraíso perfecto, entra el terror. A
veces miras a la humanidad y es terrorífico.
Cristo ha venido a vencer ese momento de terror, ese momento
en que el hombre abre la puerta de entrada al mal. Y asume en El todas esas
maldades. En la Cruz de Cristo están todas las maldades que podemos imaginar:
sufre el odio, la cobardía, el abandono, la soledad, el dolor, el insulto, el
derramamiento de sangre. En su cuerpo Divino coge todo lo malo que hay, lo
asume hasta la muerte (el abandono "Dios mío, Dios mío, por qué me has
abandonado?") y al resucitar vence al mal del pecado.
Tras su victoria (tras su resurrección) seguimos viviendo la
vida normal
Ya hemos sido liberados, pero como seguimos en el destierro,
seguimos conviviendo con esas maldades, con esa inclinación al mal, con esos
terrores, solo que ahora con la ESPERANZA de que nos han salvado y que han
pagado un alto precio por nuestro rescate.
El hombre ha sido salvado.
Aunque el hombre no haga nada por su salvación, mientras solo
pidamos perdón antes de morir, ya está. Igual que hizo el buen ladrón. El
precio de nuestro recate ya está pagado. Podemos estar tranquilos, tumbados en
una hamaca y cuando nos llegue el momento de la muerte decir "Perdón"
y ya seremos salvados.
Entonces, ¿por qué la Misa los domingos, OBLIGATORIA, los
Mandamientos, la Cuaresma, los mandamientos de la Madre Iglesia?
La Iglesia es Madre y sabe que si no contemplamos de vez en
cuando en nuestra vida nuestra trascendencia, nos alejaremos del todo de Dios y
ni siquiera en el momento de la muerte estaremos preparados para pedir perdón.
Además, Dios nos busca, le gusta estar con nosotros,
disfruta aquí sentado con nosotras, quiere que le digamos cosas, le gusta que
estemos agradecidos, que sintamos el amor que nos tiene....y para eso hay que estar con El.
Además, encima, Dios nos da el regalo de ser corredentores
de Él.
La mayor corredentora del mundo mundial es la Virgen. En su
perfección, acompañando a Jesús en su dolor, Ella quita también el mal y el
pecado del mundo. Y el modo de quitarlo vuelve a ser esta vez solo con
sufrimiento psíquico, pero la Virgen fue como un sufrimiento físico. "Una
espada traspasará tu alma"
Nosotros, cada vez que ofrecemos algo que nos cuesta, algo
que nos duele, una enfermedad, una contradicción, una muerte.....corredimimos
con Cristo.
Por todo eso, la Iglesia, como Madre, impone un mínimo al
hombre para no alejarse ni dejarse vencer por la lucha encarnizada contra el
demonio.
La Cuaresma
La Cuaresma es un tiempo de penitencia, ayuno y oración,
¿Por qué?
Porque se ha comprobado que las fiestas, el champagne y el
sexo libre no acercan a Dios ni nos hacen pensar en las grandezas. Dentro del
misterio de la cruz está que a más cerca del dolor estemos, más cerca de la
Cruz, mejor podremos ver a Cristo.
La Iglesia como Madre sabe que o una vez al año contemplamos
la grandeza de lo que hizo Jesucristo por nosotros, de lo que fue capaz de dar,
o nos alejaremos irremediablemente.
Y la Iglesia sabe que o pasamos un poquito de malestar o si
estamos contemplándolo tumbados en una
cama, tampoco vamos a verlo bien.
Pero además, corredimimos, ayudamos a Cristo a llevar un
poquito la Cruz, le quitamos un poquito de peso con la cruz, le damos agua con
vinagre, consolamos a su madre.
La patrona de las misiones es una monja de clausura, Santa
Teresita de Lisieux. ¿Por qué? Pues porque con la comunión de los santos, mala
que estaba, daba paseos por el claustro pidiendo por el misionero que tendría
que cruzar la selva para llevar la comunión. Pues lo mismo sucede con la
corredención. Se puede ofrecer por cualquier persona (un día si quereís
hablamos de la comunión de los santos que es una pasada)
Y además, está el tema de justicia social. No puede ser que
nosotros vivamos tan fenomenal y haya gente que no tenga qué llevarse a la
boca. Si somos todos hermanos, todos hijos de Dios, no podemos permitir que
pase: de ahí la limosna, las obras de caridad, las visitas a pobres.
Os recuerdo siempre que la Iglesia lo que pone es un mínimo.
Todo lo que sea sumar más, mucho mejor. Pero el mínimo es obligatorio. Es como
la madre de familia pidiendo a sus hijos el mínimo de poner la mesa o de
hacerse las camas. Si además recogen, cuelgan la ropa, se planchan sus camisas
y tal fenomenal, Pero por lo menos el mínimo.
El mínimo obligatorio es el que nos sirve para no perdernos.
¿PORQUÉ LA CARNE?
En tiempos de San Pablo, en los Hechos de los Apostóloles ya
hay muchísimo revuelo con comer carne, la carne de cerdo no, la de cordero si,
etc. Y San Pablo minimiza la cuestión señalando que la importancia no está en
la observancia estricta de la ley como del corazón de quien la cumple.
Hoy pasa exactamente igual. No comer carne por no comer
carne con ningun deseo de vivir la Cuaresma es como ir a una fiesta sin ganas
de pasarlo bien y poniendo cara de asco. Un sinsentido festivo.
Las objeciones más habituales a la abstinencia de carne los
viernes de cuaresma son: ¿Y si alguien no come carne y se da un banquetazo con
una mariscada? Y si a mí me encanta el pescado ¿no es una tontería que coma
pescado en lugar de carne? Estas preguntas llevan implícita la convicción de
que lo único importante es la materialidad de comer o no comer carne, pero lo
que nos pide la Iglesia es muchísimo más que eso. Quien se quede ahí, ya sea
para hacerlo o para no hacerlo, no ha entendido nada porque la Cuaresma es un
momento muy específico de gracia que rebasa la Misa de los domingos y que viene
con nosotros a nuestras casas, a nuestras comidas y nuestras cenas.
Abstenerse de comer carne es PARA TODOS LOS VIERNES DEL AÑO
(yo me enteré también hace poquísimo) y solo los que son fuera de la Cuaresma
la Iglesia permite sustituirlos por otro sacrificio al arbitrio de cada uno.
Además, la abstinencia, si se vive adecuadamente, puede ser
una preciosa catequesis familiar, en la que la familia entera vive ese signo
cuaresmal, de forma comunitaria, como una iglesia doméstica. El padre puede
mencionarlo en la bendición de la mesa e incluso puede aprovechar para dar una
breve catequesis sobre la cuaresma a los hijos que van a comer pescado. Así,
los hijos verán que la Cuaresma no es de esas cosas que los padres dicen pero
no cumplen, como cruzar las calles por el paso de cebra. De forma similar, es
también un signo externo, una forma de dar testimonio del cristianismo si
coincide una comida de trabajo o familiar.
Además es un signo de humildad, de hacer algo que va contra
nuestros criterios de lo que debería ser un sacrificio. De obediencia a la
Iglesia que, a pesar del paso del tiempo, sigue manteniendo esta costumbre.
Quien diga que no le cuesta es que no lo practica. Todos los
viernes hay una cena con amigos, que te abres la nevera y te apetece picoteo....que
nuestro menú diario tiene mucha carne!!
EL SENTIDO de la cuaresma
Cuarenta días se tiró Jesús en el desierto ayunando y
haciendo oración. Nuestro modelo de vida cristiana es El. El es el prototipo a
seguir.
Es una invitación fuertísima a la conversión, la confesión,
cambiar de tipo vida, tratar de seguir más de cerca a Jesús.
Rechazarla es de tontos y tratar de hacer los mínimos, lo
que pide la Iglesia y ya está, también, porque lo que pide la Iglesia no es
solo el cumplimiento, es el Corazón.
jueves, 22 de enero de 2015
Sobre la Revelación y la Interpretación de lo revelado.
Partiremos de dos ideas fundamentales:
1.Dios se quiere dar a conocer y se revela al hombre, es un acto voluntario de Dios de compartirse con el hombre, Dios revela al hombre lo necesario para que el hombre pueda aceptar su invitación de participar en su intimidad y en su amor.
2.- Dios revela al hombre lo necesario para que el hombre pueda salvarse.
DIOS SE REVELA AL HOMBRE
Recogidos en la tradición escrita (en el Antiguo Testamento) tenemos cómo Dios se va a dando a conocer al hombre y el plan de Salvación que tiene con él.
La Iglesia Católica cree que el escritor de la Biblia es Dios, porque es el Espíritu Santo el que dijo a cada escritor a lo largo de la historia en los distintos libros que componen la Biblia lo que debían escribir y lo que debían poner. De ahí que la Biblia sea considerada Sagrada. De ahí que se lea en la Misa y de ahí que sea el libro, el vademecum, para los cristianos
Desde la Creación, su cariño y cuidado hacia el pueblo de Israel, los Salmos, el anuncio de la Venida de Cristo....todo ello nos va hablando de quién es Dios, de Cómo es Dios, de cómo ama Dios al hombre y con la llegada de Jesucristo, al venirse Él mismo, culmina la Revelación.
Que quede claro: ya no hay más revelación. Con la venida de Cristo y los apóstoles, se acabó la Revelación. Ya no hay más.
A partir de aquí la Iglesia puede interpretar y matizar y ver una nueva luz, pero la revelación alcanza su cumbre y su fin en Cristo.
Con Cristo esta Revelación se perfecciona, reinterpreta las leyes ("Acordaros que se dijo....pues yo os digo...:) (Estos diez mandamientos se resumen en dos.....) y con Él también el Espíritu Santo vuelve a escribir para terminar los libros de la Biblia con el Nuevo Testamento (los 4 Evangelios, los Hechos de los Apostóles, las cartas de San Pablo y San Pedro, el Apocalipsis, etc)
Todo lo contenido en la Biblia es nuestra Revelación las verdades que Dios nos quiere dar para que podamos conocerle: cómo es de Bueno, de Misericordioso, de Justo, cómo nos quiere con Él, felices, cómo nos salva, cómo nos da su gracia para poder salvarnos y gozar de Él...etc-
CÓMO SE INTERPRETA LA REVELACIÓN
La Revelación no puede ser interpretada más que a la luz del Magisterio de la Iglesia, de todos los Obispos en unión con el Papa, si no, no vale.
(Mahoma, no vale; Lutero, no vale; etc)
Que un Obispo tenga una iluminación sobre algun aspecto de Dios no vale. Ha de ser en unión con el Papa y el resto de Obispos.
De ahí que a lo largo de la historia se hayan "decretado" los llamados "dogmas de fe". Los dogmas de fe no se han descubierto ni revelado en el momento en que se el Papa los hace públicos, sino que responden a verdades que ya se sabían, que ya estaban reveladas, pero que se han puesto en duda generalmente por algun personaje de la Iglesia (que si no se atiene acaba siendo hereje) o por una mayoría.
¿Por qué tenemos que tener confianza en que el Papa en comunión con los Obispos no van a equivocarse en las verdades reveladas? Porque es una promesa que hizo Cristo: "Cielo y tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán" Hay una garantía de que aunque el Papa y los Obispos se volvieran todos majaras, no cambiarán ni una coma de lo que Dios quiere hacer llegar al hombre, por muy malos Papas u Obispos que sean, eso está atado por Dios.
¿Cuáles son nuestros dogmas de fe? Simplificándolo mucho, lo que el católico debe saber está especificado en la oración del Credo. Todo lo que no esté allí (insisto en que simplificándolo mucho) no es necesario para nuestra Salvación.
Las revelaciones privadas, lógicamente, no pueden contrariar la verdad revelada.
(A ninguno de nosotros Dios nos va a revelar algo que contradiga la Revelación. Otra cosa es que nos volvamos locos)
Los padres de la Iglesia, algunos santos, etc, han recibido de Dios la gracia de "sacar" más matices a la verdad revelada, y la Iglesia cada día que pasa profundiza y es bueno que se estudie a fondo y se intente descubrir más de lo que Dios nos ha dado. (Sínodos, teología...)
LOS MISTERIOS
En la Revelación de Dios hay cosas a las que se puede llegar por la razón (por ejemplo a la existencia de que hay un "alguien" creador de todos nosotros y del mundo. Pero hay "misterios" que sin la revelación de Dios, el hombre por sí solo nunca podría llegar a alcanzar. (Que Dios es Uno y Trino, por ejemplo, o la Virginidad de María) y si Dios nos los ha revelado es porque son necesarios para conocerle a El y su amor y para nuestra salvación.
No da igual que la Virgen sea virgen o no. El "a mí eso me da igual" no puede ser, porque de hecho, da un valor al celibato que antes no había en la Iglesia, pero también porque Dios ha querido que sea así y porque si Dios le da importancia, por qué no se la voy a dar yo? que tengo mucha menos idea.
Esos matices además, son los que nos configuran como católicos o no. Si nos diera igual seríamos protestantes o luteranos,
LOS TEXTOS APÓCRIFOS
Son textos que la Iglesia no ha incluido dentro de la Biblia. Hay textos apócrifos que hablan en contra de la verdad revelada y otros que aun sin salirse de la verdad revelada, la Iglesia (el Papa y los Obispos no han considerados que sean "escritos por el Espíritu Santo" para formar parte del canon de la Iglesia. Aunque sean muy buenos y muy bonitos y cuenten cosas maravillosas de la vida de Jesús.
Son pues prescindibles para nuestra Salvación.
LA CIENCIA, EL PROGRESO, LOS ESTUDIOS ETC, NO VAN EN CONTRA DE LA REVELACIÓN
No hay que temer al estudio y avances científicos y tecnológicos. Nada puede afectar a lo que es Verdad revelada por Dios.
Nos da igual si el hombre viene del mono (y en algun momento Dios le inculcó el alma) o si venimos del Big Bang (y fue Dios el que dio el golpe definitivo), no nos importa si Dios vino al mundo hecho carne un 25 de diciembre (que es muy probable que no) lo que nos importa es que vino, que es un hecho histórico demostrable.... y que es creador de todas las cosas....y el Credo. El Credo es lo que nos importa y lo que tenemos que creer.
LAS APARICIONES DE LA VIRGEN
Es verdad que la Iglesia en ocasiones considera que hay motivos suficientes para creer que la Virgen o un Santo realmente se han aparecido a tal o cual persona. No es dogma de fe. El que quiera se lo cree y pueden servir para fomentar nuestra devoción, pero no es indispensable creerlo.
Y como ésto con otras muchas cosas. La Iglesia da libertad total en todo menos en lo que Dios ha dictado como NECESARIO: la REVELACIÓN
1.Dios se quiere dar a conocer y se revela al hombre, es un acto voluntario de Dios de compartirse con el hombre, Dios revela al hombre lo necesario para que el hombre pueda aceptar su invitación de participar en su intimidad y en su amor.
2.- Dios revela al hombre lo necesario para que el hombre pueda salvarse.
DIOS SE REVELA AL HOMBRE
Recogidos en la tradición escrita (en el Antiguo Testamento) tenemos cómo Dios se va a dando a conocer al hombre y el plan de Salvación que tiene con él.
La Iglesia Católica cree que el escritor de la Biblia es Dios, porque es el Espíritu Santo el que dijo a cada escritor a lo largo de la historia en los distintos libros que componen la Biblia lo que debían escribir y lo que debían poner. De ahí que la Biblia sea considerada Sagrada. De ahí que se lea en la Misa y de ahí que sea el libro, el vademecum, para los cristianos
Desde la Creación, su cariño y cuidado hacia el pueblo de Israel, los Salmos, el anuncio de la Venida de Cristo....todo ello nos va hablando de quién es Dios, de Cómo es Dios, de cómo ama Dios al hombre y con la llegada de Jesucristo, al venirse Él mismo, culmina la Revelación.
Que quede claro: ya no hay más revelación. Con la venida de Cristo y los apóstoles, se acabó la Revelación. Ya no hay más.
A partir de aquí la Iglesia puede interpretar y matizar y ver una nueva luz, pero la revelación alcanza su cumbre y su fin en Cristo.
Con Cristo esta Revelación se perfecciona, reinterpreta las leyes ("Acordaros que se dijo....pues yo os digo...:) (Estos diez mandamientos se resumen en dos.....) y con Él también el Espíritu Santo vuelve a escribir para terminar los libros de la Biblia con el Nuevo Testamento (los 4 Evangelios, los Hechos de los Apostóles, las cartas de San Pablo y San Pedro, el Apocalipsis, etc)
Todo lo contenido en la Biblia es nuestra Revelación las verdades que Dios nos quiere dar para que podamos conocerle: cómo es de Bueno, de Misericordioso, de Justo, cómo nos quiere con Él, felices, cómo nos salva, cómo nos da su gracia para poder salvarnos y gozar de Él...etc-
CÓMO SE INTERPRETA LA REVELACIÓN
La Revelación no puede ser interpretada más que a la luz del Magisterio de la Iglesia, de todos los Obispos en unión con el Papa, si no, no vale.
(Mahoma, no vale; Lutero, no vale; etc)
Que un Obispo tenga una iluminación sobre algun aspecto de Dios no vale. Ha de ser en unión con el Papa y el resto de Obispos.
De ahí que a lo largo de la historia se hayan "decretado" los llamados "dogmas de fe". Los dogmas de fe no se han descubierto ni revelado en el momento en que se el Papa los hace públicos, sino que responden a verdades que ya se sabían, que ya estaban reveladas, pero que se han puesto en duda generalmente por algun personaje de la Iglesia (que si no se atiene acaba siendo hereje) o por una mayoría.
¿Por qué tenemos que tener confianza en que el Papa en comunión con los Obispos no van a equivocarse en las verdades reveladas? Porque es una promesa que hizo Cristo: "Cielo y tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán" Hay una garantía de que aunque el Papa y los Obispos se volvieran todos majaras, no cambiarán ni una coma de lo que Dios quiere hacer llegar al hombre, por muy malos Papas u Obispos que sean, eso está atado por Dios.
¿Cuáles son nuestros dogmas de fe? Simplificándolo mucho, lo que el católico debe saber está especificado en la oración del Credo. Todo lo que no esté allí (insisto en que simplificándolo mucho) no es necesario para nuestra Salvación.
Las revelaciones privadas, lógicamente, no pueden contrariar la verdad revelada.
(A ninguno de nosotros Dios nos va a revelar algo que contradiga la Revelación. Otra cosa es que nos volvamos locos)
Los padres de la Iglesia, algunos santos, etc, han recibido de Dios la gracia de "sacar" más matices a la verdad revelada, y la Iglesia cada día que pasa profundiza y es bueno que se estudie a fondo y se intente descubrir más de lo que Dios nos ha dado. (Sínodos, teología...)
LOS MISTERIOS
En la Revelación de Dios hay cosas a las que se puede llegar por la razón (por ejemplo a la existencia de que hay un "alguien" creador de todos nosotros y del mundo. Pero hay "misterios" que sin la revelación de Dios, el hombre por sí solo nunca podría llegar a alcanzar. (Que Dios es Uno y Trino, por ejemplo, o la Virginidad de María) y si Dios nos los ha revelado es porque son necesarios para conocerle a El y su amor y para nuestra salvación.
No da igual que la Virgen sea virgen o no. El "a mí eso me da igual" no puede ser, porque de hecho, da un valor al celibato que antes no había en la Iglesia, pero también porque Dios ha querido que sea así y porque si Dios le da importancia, por qué no se la voy a dar yo? que tengo mucha menos idea.
Esos matices además, son los que nos configuran como católicos o no. Si nos diera igual seríamos protestantes o luteranos,
LOS TEXTOS APÓCRIFOS
Son textos que la Iglesia no ha incluido dentro de la Biblia. Hay textos apócrifos que hablan en contra de la verdad revelada y otros que aun sin salirse de la verdad revelada, la Iglesia (el Papa y los Obispos no han considerados que sean "escritos por el Espíritu Santo" para formar parte del canon de la Iglesia. Aunque sean muy buenos y muy bonitos y cuenten cosas maravillosas de la vida de Jesús.
Son pues prescindibles para nuestra Salvación.
LA CIENCIA, EL PROGRESO, LOS ESTUDIOS ETC, NO VAN EN CONTRA DE LA REVELACIÓN
No hay que temer al estudio y avances científicos y tecnológicos. Nada puede afectar a lo que es Verdad revelada por Dios.
Nos da igual si el hombre viene del mono (y en algun momento Dios le inculcó el alma) o si venimos del Big Bang (y fue Dios el que dio el golpe definitivo), no nos importa si Dios vino al mundo hecho carne un 25 de diciembre (que es muy probable que no) lo que nos importa es que vino, que es un hecho histórico demostrable.... y que es creador de todas las cosas....y el Credo. El Credo es lo que nos importa y lo que tenemos que creer.
LAS APARICIONES DE LA VIRGEN
Es verdad que la Iglesia en ocasiones considera que hay motivos suficientes para creer que la Virgen o un Santo realmente se han aparecido a tal o cual persona. No es dogma de fe. El que quiera se lo cree y pueden servir para fomentar nuestra devoción, pero no es indispensable creerlo.
Y como ésto con otras muchas cosas. La Iglesia da libertad total en todo menos en lo que Dios ha dictado como NECESARIO: la REVELACIÓN
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