lunes, 23 de marzo de 2015

La comunión de los santos

Lo primero que hay que saber es que es dogma de fe. La comunión de los santos, como los otros dogmas que tenemos, se citan en el Credo. Así que éste lo es.
Pero ¿qué es exactamente?
La comunión de los santos hace referencia a la unión (común unión) que tenemos todos los miembros de la Iglesia como parte del Cuerpo de Cristo.

La Iglesia está formada, por tres tipos de miembros:
·la Iglesia triunfante (los que ya están en el Cielo)
·la Iglesia purgante (los que han fallecido, están en el purgatorio)
·la Iglesia peregrinante (los que todavía no hemos muerto)

Todos nosotros formamos parte del Cuerpo de Cristo. Por eso, decir que la Iglesia está muy mal es una estupidez, porque la Iglesia somos todos, no solo los peregrinantes (que éstos sí que estamos siempre fatal y siempre se ven más noticias de las malas sobre éstos que de todos los sacrificios que se hacen) y la triunfante es mucha y la purgante también y éstos ya son santos.

La comunión de los santos, esa unión de todo el Cuerpo de Cristo, se manifiesta es un misterio muy grande y precioso que a la hora de explicarlo se ejemplifica con unos vasos comunicantes. Los tres vasos comunicantes son los tres tipos de miembros de la Iglesia y si uno está muy lleno (de gracias, de santidad) se vuelca en los otros y terminan todos al mismo nivel y si uno está muy lleno de mierdecilla, la mierdecilla se va también para los otros dos vasos.

La comunión de los santos es un regalazo porque nos permite coger toda la ayuda que podamos para salvarnos. Todo lo bueno que hacen los demás, sus rezos, sus mortificaciones, sus ofrecimientos, repercute en nosotros y todo lo bueno que hagamos nosotros repercute en todos los demás.

Otro ejemplo con que suele escenificarse esa unión del Cuerpo de Cristo es decir que, efectivamente, todos formamos un solo cuerpo y si al dueño de ese cuerpo le duele la cabeza, le afecta a todo él y si le duele un dedo, podrá seguir haciendo cosas, pero es muy consciente de ese dolor de dedo. Y si ese dedo está en el pie pues a lo mejor no puede ni andar.

Como consecuencia de esta unión de todos los miembros de la Iglesia, nos nace la responsabilidad.
Es verdad que Dios no nos pide mucho para salvarnos (si lo miramos objetivamente y con la ayuda que hay de los Sacramentos, el hombre tiene que estar muy empecinado a condenarse si no es capaz de antes de morir de pedir perdón, por ejemplo. Además, Dios siempre nos va a buscar, porque es el mayor interesado en que nos salvemos) pero sabiendo lo que sabemos de la comunión de los santos, no nos basta con salvarnos.....nos entran ganas enormes de llenar esos vasos comunicantes de cosas buenas, no de mierdecilla!!

El fundador del Opus Dei, San Josemaría, una tarde en que le ofrecieron en tres ocasiones bombones y tras declinar las tres veces, se vio en la obligación de explicar: "Si me tomo este bombón, no pasa nada -(efectivamente, no es pecado y es lícitisimo tomarse un bombón, es un regalazo de Dios el chocolate)-, pero si no me lo tomo -dijo:- pasan muchas cosas buenas"

Con la frialdad de la mujer moderna, se puede pensar que qué candidez pensar que tomarse o no un bombón va a influir en algo, pero si se tiene fe en esta comunión de los santos, nada, NADA, de lo que hagamos en todo el día escapa. Todo repercute. Lo malo que hagamos y lo bueno que hagamos repercutirá en esos vasos comunicantes y repercutirá en los demás.

Pero además, como consecuencia de esa comunión de los santos hay más, porque si a esos vasos comunicantes le sumamos que para Dios no hay tiempo, tú hoy, en 2015 puedes rezar por, por ejemplo, Einstein, o Cervantes, o Cary Grant o tus bisnietos, o las mujeres y maridos de tus hijos.... Por la comunión de los santos tú puedes ir volcando todo lo que haces en tu día a día, todo lo que rezas, todo lo que sale mal y lo ofreces, e ir haciendo que suba el líquido de gracias y de santificación en los tres vasos y además, ponerles nombres y ofrecerlo por personas e intenciones concretas.

Yo, por ejemplo, pero esto es particular mío, rezo mucho por gente de este siglo que me llama la atención y que me gustaría conocer. Rezo por algunos escritores aunque ya hayan muerto, por actores y actrices de cine.... y me encanta imaginarme todos en el cielo y que ellos me deban el haberse convertido o el llegar al cielo, la soberbia ante todo, pero es que si no, ¿para qué se iban a acercar a hablarme a mí como no sea que me "deban" algo?

¿Que tienes una amiga super generosa a la que le "debes" materialmente mogollón de favores, de herencias que te pasa? Imagínate cuando en el juicio final donde, según palabras de Cristo, "todo se sabrá, no quedará ningun secreto" se dé cuenta de que tus misas ofrecidas por ella, tus rezos por ella, lo que ofreces por ella.....vale mucho más que todo lo material que ella te ha dado y ha permitido que ella entre en el cielo por la puerta grande, ella y su marido, y sus hijos.... ¿Qué? ¿A que mola en el orgullo? Pues no es una intención muy recta, pero por eso os decía que a mi lo de la comunión de los santos me flipa, porque soy muy poco recta ;)

Con la comunión de los santos, todo, TODO, lo que hagamos en la vida repercute en los demás. De ahí que el humilde será ensalzado, porque todo esto de los vasos comunicantes AHORA no se ve, pero ya se encargará Dios de premiárnoslo y sobre todo, en el juicio final, absolutamente TODO esto se verá.

Igual que tiene la parte negativa, y si hacemos mal, repercute en los demás porque echamos mierdecilla y la mierdecilla sube.

Otra consecuencia maravillosa de la comunión de los santos son los amores. Los humanos, de por sí, amamos y sentimos atracción por ciertas personas con las que congeniamos o nos llevamos bien. Pero igual que a una hermana la quieres aunque sea una cabrona y te haya hecho mogollón de putadas y siempre la querrás porque es tu hermana, a los miembros de la Iglesia los quieres porque son Cuerpo de Cristo como tú, porque son un poco tú, porque al repercutir en ellos con o que haces, al sacrificarte por ellos, los acabas amando. No hay mejor modo de amar a alguien que te cae mal o con quien no congenias que rezando por él. Y entre los miembros de la Iglesia se crea una complicidad "sobrenatural" que disculpa y comprende cuando hacen las cosas mal, pero también te anima a sacudirles para que muevan el culo.

Otra de las cosas de la comunión de los santos es saber, por la fe, que si todos llegamos arriba, muchas de las cosas de las que te tienes que privar aquí en la tierra por necesidades de tiempo (no encuentras el momento de ver a esta persona que quieres, teneis horarios incompatibles) de espacio (no vivis en la misma ciudad) o de estado (ella es monja de clausura, o él ya está casado con otra) en el Cielo todas esas barreras desaparecerán y podreis estar unidos ahora por la comunión de los santos tirando la una de la otra pa arriba y cuando ya esteis arriba, que es PARA SIEMPRE Y ETERNAMENTE, pasároslo pipa.

De hecho, tengo muchas ganas de ir al cielo y conocer allí a Kevin Costner, porque aquí no tiene mucha pinta de que vaya a pasar y si pasara, nos pilla a los dos ya casados. Pero en el cielo, mío será!! ja ja!

En resumen, que la comunión de los santos es un chollazo que tenemos los católicos (o sea, la humanidad entera) de estar unidísimos y que nos mueve a hacer y rezar y ofrecer por los demás, porque aunque aquí no sea vea, en el Cielo se verá y lo disfrutaremos!!



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