martes, 5 de diciembre de 2017

La sexualidad y nuestros hijos

El motivo de esta charla es tratar uno de los aspectos negativos que más caracteriza a la generación de nuestros hijos. ¿A cuál me refiero? A la promiscuidad. La otra, es el consumismo. Desde mi punto de vista son las dos pegas más gordas con las que se enfrentan nuestros hijos y ambas no están mal miradas por los padres, sino que se aceptan con normalidad y como propias de la edad.

Como ya hemos hablado algunas veces, pedimos a nuestros hijos que saquen buenas notas y lo demás, no importa tanto. con lo cual, desde que crecen les cosemos a juguetes, videojuegos, móviles, tablets, pagas semanales, salidas sin horas, alcohol y, claro, rock and roll y encontramos que tanto el querer cosas sin fin (ropa, viajes, salidas...) como la actividad sexual, son cosas propias de su edad, de la juventud....y hasta los padres que no estamos de acuerdo con ese modelo de vida, cedemos aplastados por la mayoría.

Nuestra generación por su parte ha salido de estar educada en una sexualidad reprimida, de la que no se hablaba (todavía recuerdo el morbo que supuso en su momento el programa "Hablemos de sexo" de la Doctora Ochoa), a que el sexo sea una necesidad que hay que satisfacer, igual que la sed o un picor, con la consecuencia de que se educa bien poco en sexualidad olvidando tener en cuenta que el hombre no es solo cuerpo (no solo tiene sed o picor) sino que es también alma o espíritu y requiere de una parte emocional. Esta parte emocional está realmente descuidada y la prueba está en las carencias afectivas tan gordas y obvias que tienen las chicas hoy en día y que para suplirlas son capaces de hacer cualquier tipo de actividad sexual por los chicos (he descubierto a mi edad lo que es el bukake o el muelle), para sentirse aceptadas y parte de sus vidas y de las de la pandilla.

Por eso nuestro papel como educadores es fundamental y como dictadores también. Hay que mantenerse firmes y no dejarnos arrastrar a permitirles que hagan planes que veamos que no son acordes a hijos de Dios. La máxima de nuestros padres: evita la ocasión y evitarás el pecado, no solo no se pone en marcha hoy por los hijos, sino que no se enseña desde los padres. Viajes mixtos, fines de semana solos en casas, fiestas en casas sin padres, y educarles en ser buenos y aparentarlo es algo que no se entiende y no se lleva y que tendríamos que recuperar.
Vivir la pureza es muy difícil y la gente de hoy en día lo tiene más difícil que nosotros en nuestro momento. Es cierto que el que no quiera vivir la pureza, no va a vivirla aunque le encerremos en una celda, pero es nuestro deber como padres ponerles las cosas lo más fácil posible y ayudarles a evitar el pecado.

En la educación de las hijas
No es necesario que expliquemos que cada uno es responsable de su virtud, pero que los demás contribuyen o no a que la otra persona la viva y que los hombres y las mujeres somos diferentes en ello. La modestia y el pudor, hermanos pequeños de la pureza, ayudan a las personas que nos rodean a vivir la pureza. Los bikinis que son solo cuerdas, las minifaldas que son casi bragas, los shorts que solo son bolsillos, las transparencias....toda la moda que se lleva hoy en día es de un alto contenido sensual y aunque si bien es verdad que es tan obvia que hace que los varones se acostumbren más fácilmente y se les estimule menos, no deja de ser cierto que a un hombre siempre le excitará lo mismo en una mujer. Hay que enseñar a nuestras hijas y hablar con claridad de lo que es un hombre y cómo se excita y el funcionamiento que tienen los órganos genitales masculinos. Ayudarles a diferenciar el deseo del amor. Ayudarles a diferenciar entre ser deseadas y ser admiradas o amadas. Ayudarles a buscar la admiración y no el deseo que es el recurso fácil y más inmediato.

Si cuelgan una foto en instagram ligeras de ropa, consiguen muchísimos más me gusta que si cuelgan unas zapatillas converse. Los me gusta, los seguidores, la interactuación en redes estimula su ego y les da una falsa seguridad en sí mismas apoyada en el éxito viral y además les reta a seguir en esa línea y aumentar las apuestas. Si encima les llegan mensajes privados de chicos que quieren quedar con ellas, ya es total.


Los estímulos de la sociedad de hoy van enfocados al sexo como un objeto de consumo e igual que les bombardean para que consuman cada año una play station nueva, se les bombardea para que prueben el sexo. En este tema estamos contra corriente total y o nos creemos que de verdad hay algo malo en tener sexo sin la cobertura especial y cariñosa que proporciona un matrimonio o no tendremos fuerza moral para transmitírselo. 
No nos engañemos, el inventor del sexo es Dios. Dios inventó el orgasmo. Pero no lo inventó para que los tuvierámos en soledad (masturbación) ni para que los tuviéramos cuando no hay cariño, generosidad, y cuidado verdaderos. Seamos sinceras, todos queremos que si nuestra hija se va a acostar con un chico, sea con un hombre hecho y derecho que piense antes en ella que en él, en su satisfacción que en la propia y que su deseo por ella vaya de la mano de una admiración y un cariño sinceros.
Eso es lo que quiere Dios para todos sus hijos. Hombres y mujeres. Eso es lo que tenemos que intentar inculcar a nuestros hijos. Hablando siempre en positivo. No es porque sea pecado hacerlo, es porque es mejor no hacerlo, o esperar o hacerlo así.
Y si no se logra, pues no pasa nada. Confesión, que para eso está. Y a seguir luchando.

Tenemos una batalla campal. Conseguir mermar la sensualidad y las relaciones superficiales que reinan hoy en día entre los jóvenes es una misión que no podemos dejar de abandonar.

¿Cómo? Hablar, hablar y hablar aunque pensemos siempre que no nos escuchan, aunque nos digan que somos unas pesadas, auqnue nos digan que siempre estamos igual, aunque nos digan que somos unas opusinas o anticuadas.....No perder de vista que somos la fuente de los permisos y de sus ingresos, que están en nuestras manos y no al revés y sin malos rollos y sin dictaduras desagradables, se ha de hacer lo que queramos porque es lo que creemos que es mejor para ellos.
Educarles en el amor, en el amor de verdad, en el amor capaz de sacrificarse por la otra persona, el amor capaz de construir una convivencia juntos. Poned vuestros matrimonios de ejemplo:con vuestros defectos y vuestras riñas que ellos son capaces de ver, tienen esa cobertura especial de la que hablamos: amor incondicional. Es posible amar así. Compensa amar así. Compensa sentirse amado así.
Animadles a hacerse novios o novias, no rollos temporales. Animadles al compromiso, al triunfo de saberse elegidos y especiales por alguien, a asaberse correspondidos y que no dejen de pedir a la virgen, Madre elegida, esposa amada, hija especial con el Amor romántico más preciado que haya existido en la historia de la humanidad.

No pareís de hablarles, de ponerles ejemplos de gente cercana que vive la pureza (algun tío, primo.....si no os lo inventaís) para enseñarles que es posible entre gente normal que vive vida normal.
Es posible.
No nos creamos que es una lucha imposible. Pero como lo parece, no dejeis de encomendarlo a la Virgen Maria, madre de la pureza, que es la que quiere lo mejor para ellos, y lo mejor para ellos es el mejor de los amores.
Seamos realistas de lo que hay y ayudémosles a combatirlo. Estar pendientes de sus redes sociales, de que no vean pornografía o contenidos inadecuados y sobre todo que se confiesen, que se confiesen con frecuencia que Dios entiende todo y perdona siempre.



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